En diciembre del 2007 la valoración del Ibex 35 según criterios fundamentales --digamos la capacidad de las empresas para generar beneficios-- estaba cerca de 15.000 puntos, según el análisis de algunas sociedades de bolsa. Las cotizaciones, sin embargo, llegaron a estar incluso por encima. Estaba claro que aquello era insostenible, como demostró la crisis financiera. Ayer, la cotización fundamental de la bolsa española (el Ibex 35) se encontraba igualmente en torno a los 15.000 puntos, sin embargo, el valor de cotización de las 35 empresas del principal índice del mercado era de 7.000 puntos, justo la mitad del valor potencial de esas compañías. Y eso, gracias al rebote del 2% registrado por el mercado, tras las últimas caídas.

Sin duda los inversores descuentan algo más que el precio teórico de las empresas --con diferencias en la valoración, prácticamente todas las casas de bolsas asienten en que existen un amplio gap (agujero) entre el valor fundamental y el de cotización--, hasta el punto de que "el mercado se ha excedido en su reacción bajista", reconoce Nicolás Fernández, director de análisis de Banca Sabadell Bolsa. "Y en nuestro caso, la valoración fundamental del Ibex es de 10.000 puntos", agrega.

El caso es que la situación del mercado español es relativamente curiosa, pues mientras que las empresas aún mantienen con cierta solvencia --al margen del sector bancario-- la capacidad para generar beneficios, su capitalización bursátil se deteriora día a día. "Muchos fondos manejan más de 100.000 millones de euros de inversión, aunque estén apalancados. Sin ir más lejos, esa es la cantidad de dinero que Apple tiene en caja. Con ese dinero prácticamente puede comprarse todas las empresas del Ibex en este momento", plantea David Navarro, analista de Inversis Banco.

Las tendencias en la bolsa oscilan como un péndulo y suelen exagerar los extremos. En estos momentos llevan el pesimismo sobre una posibilidad de intervención de España a ese extremo. "Si al final el rescate se produjera, la valoración de las empresas cotizadas aún sería excesiva. Si el rescate no se produce, la valoración del Ibex es excesivamente baja". David Navarro expone de esta forma, que, finalmente, las valoraciones bursátiles son más un reflejo de las expectativas futuras que del valor intrínseco de las empresas.

Así, parece que las expectativas dan por hecho que la economía española se está quedando sin recursos para gestionar la salida de la segunda recesión en la que ha entrado en el primer trimestre de este año. Y es que, plantean los analistas, el mercado no acaba de creerse que se hayan realizado las reformas de manera creíble. Particularmente, en el caso de la reforma financiera y los 50.000 millones de nuevas provisiones bancarias que plantea el decreto Guindos. "La magnitud de la cifra es corta. Probablemente no será considerada suficiente por el mercado", explica Jaume Puig, director general de la gestora de GVC Gaesco. "Parte de la base de los activos problemáticos reconocidos por el sistema bancario, están lejos de los activos problemáticos reales", agrega.

La reforma bancaria no se da por cerrada, y su efecto en el Ibex 35 es relativamente evidente. No solo el sector bancario --castigado por la crisis-- tiene un peso específico en el principal indicador del mercado, sino que su larga mano llega a un amplio espectro de las cotizadas. "Las 10 o 12 primeras compañías del Ibex tienen participaciones cruzadas y además están muy endeudas con los propios bancos, en un escenario adverso eso puede generar problemas", explica David Navarro. Desde luego, la valoración de los bancos, sin duda, se encuentra penalizada por la poca eficacia de la reforma del sector, pero también por la situación del conjunto de la economía española.

A esa circunstancia tampoco escapan títulos como los eléctricos. "Iberdrola, a 3,5 euros parece un valor barato, pero a 12 meses, las expectativas para el sector podrían ser incluso peores, con lo que ese precio podría considerarse adecuado", plantea el analista de Inversis. Dicho de otra forma, pese a los precios, el riesgo de invertir es elevado.