--¿Cómo afronta la presidencia de la Confederación Española de Asociaciones de Jóvenes Empresarios (Ceaje) para los dos próximos años?

--Lo primero que tenemos todo el equipo es ilusión, ingenio y valor, porque con la crisis hemos perdido el apoyo de la mayoría de los organismos públicos. Por eso tenemos que apoyar mucho a las asociaciones territoriales, dando información y asesoramiento a los emprendedores para que creen empresas, y que las que ya hay, se desarrollen. Esto no significa que hayamos perdido asociados; todo lo contrario. En AJE Aragón, por ejemplo, cuando yo entré como presidenta en el 2008 había 280; ahora, casi 500. Somos muy dinámicos y la gente se ha dado cuenta de que a través de AJE se hacen muchos contactos de negocios. Te das a conocer y te conocen.

--¿Cuál va a ser su estrategia?

--La hemos llamado ReivindicAJE, es decir, reivindicar permanentemente las necesidades de los empresarios en varios aspectos y que no se sientan solos. Lo principal será ampliar la capacidad de las asociaciones territoriales y lograr que todos tengamos la misma voz. Me parece vital proponer un fondo de sostenibilidad, porque la mayoría de los emprendedores no conocen los recursos económicos que ofrecen las administraciones. También la puesta en marcha de la licencia única en todo el territorio y seguir buscando nuevas vías de financiación. Asimismo, queremos ampliar el concepto de innovación a efectos fiscales. Y, por supuesto, exigir que se cumplan las promesas electorales respecto al devengo del IVA, para que las jóvenes empresas no tengan que pagar ese impuesto hasta que no lo hayan cobrado. Hay que destacar que la cuota de 50 euros recién anunciada por el Gobierno fue idea nuestra.

--También quieren mejorar la imagen de la figura empresarial en la sociedad. Suele aparecer como el malo de la película, pero es que ha habido algunos ejemplos vergonzosos, como el de Díaz Ferrán...

--Sí, pero el joven no tienen nada que ver con el modelo de empresario antiguo. En las jóvenes empresas se concilia, va en su ADN. No miran el sexo de un empleado, sino su currículum.

--Entonces, ¿por qué cree que hay pocas mujeres directivas y en las cúpulas de las organizaciones empresariales?

--Porque llevamos muy poco tiempo integradas en el mercado laboral a los más altos niveles, apenas una década. El problema es que sepamos consolidar lo que ya hemos conseguido, y a eso afecta negativamente la crisis. Eso sí, hay una realidad: las mujeres soportamos las cargas. Si no cuentas con una pareja colaboradora y con una visión muy abierta, es complicado. Es una cuestión de tradición, pero está cambiando. Tengo confianza en que en los próximos diez años se produzca un relevo generacional de mujeres en las cúpulas de empresas y organizaciones, y se asuma como una cosa natural.

--Tiene un hijo de once años. ¿Le compensa a nivel personal semejante compromiso con su profesión y con el colectivo empresarial?

--Yo comencé mi trayectoria profesional con 22 años, como autónoma, en un sector masculino, la consultoría de seguros, y sé cómo se pasa sin ningún apoyo. He sentido la soledad del empresario, es duro. Cuando entré en AJE noté respaldo, podía preguntar y consultar a otros empresarios... Es importantísimo que haya organizaciones empresariales, no solo que apoyen al emprendedor, sino que protejan sus intereses. Yo estoy en esto porque soy empresaria, pero no puedo olvidarme de mi empresa, que tiene que seguir creciendo y dando beneficios. Cuesta sacrificio, pero estás aprendiendo constantemente y conociendo a los actores protagonistas de lo que ocurre en el mercado. Sin embargo, cuando acabe mi etapa en Ceaje emprenderé nuevos negocios, aparte de continuar con el que ya tengo.

--¿Por ejemplo?

--Tengo un proyecto para montar una escuela de cocina infantil, con el plan de negocio ya elaborado. Pero ahora mismo me falta tiempo.

--Últimamente vuelven a escucharse los brotes verdes. ¿Usted qué opina?

--Los datos que manejamos en las organizaciones empresariales reflejan, por ejemplo, que del 7,6% que aumentó el paro en noviembre, solo el 0,6% provenía de la empresa privada. Un parado es persona venga de donde venga, pero esto significa que hemos empezado a tomar medidas antes que las administraciones públicas y hemos ganado algo de flexibilidad para contener el desempleo. El año 2012 ha sido terrible para el empresario, a peor no vamos a ir.

--¿Y qué piensa de la corrupción?

--Es lamentable lo que está pasando, aunque quiero pensar que no todos los políticos son corruptos. Los jóvenes empresarios les pedimos transparencia y valores. Necesitamos confianza, y la corrupción perjudica mucho a la inversión extranjera.