La debacle de los índices bursátiles del lunes, con epicentro en Shanghái y azuzada por los especulativos fondos de inversión regidos desde EEUU, se ha utilizado como advertencia en dos sentidos. Una, sobre todo en España, el retroceso del Ibex 35 hasta el nivel del 31 de diciembre del 2014 se presentó casi como si fuera una tragedia. Pues bien, cuatro sesiones después, ya solo se habla del susto del lunes y de las posibilidades de seguir en la soñada e ingenua senda verde que garantiza el crecimiento del PIB español.

El segundo sentido lo aportan los analistas más templados de los mercados financieros. Estos han constatado, al cierre de los mercados de ayer en Europa que se ha neutralizado con éxito una debacle, inesperada por los días que corren en Occidente, que tiene su origen en la convulsa economía china y que probablemente, aseguran los iniciados más fiables, seguirá los próximos meses.

Es la mejor interpretación de cómo han evolucionado los mercados de valores (acciones, bonos, divisas) esta semana y de lo que se puede esperar de aquí a final de año. Una cosa son las disparatadas oscilaciones de los índices del día a día esta semana, y otra lo que se puede estar gestando a medio plazo desde las economías emergentes que han agotado su proceso alcista de los últimos años.

Resumen al detalle: el Ibex está mejor que el lunes y que el primero de enero del 2015. En cifras, ayer subió el 0,61% hasta los 10.352 puntos. En una semana, el 079%. En lo que va de año, el 0,70%.