El vicepresidente de la Reserva Federal (Fed) de EEUU, Stanley Fischer, dijo ayer que el organismo está "siguiendo la evolución de la economía china y sus efectos reales o potenciales en otras economías incluso más estrechamente de lo normal".

La mayor parte de los expertos considera que, en su reunión del próximo 16 y 17 de septiembre, la Fed decidirá finalmente la anticipada subida de los tipos de interés de referencia, que desde finales de 2008 están cercanos al 0%. Pero, recientemente se han alzado más voces que piden prudencia a la Fed y aguardar a que la recuperación sea más sólida, sobre todo a que la inflación sea más propicia para un endurecimiento de la política monetaria.

En julio pasado, la inflación interanual cerró en un 0,2% en Estados Unidos tras haber entrado en junio en terreno positivo por primera vez en lo que va de año, muy lejos de la meta del 2% que la Fed considera "saludable" para la marcha de la economía. Ayer, en una entrevista con el canal económico CNBC, Fischer sostuvo que es "demasiado pronto para decir" qué decisión tomará la Reserva Federal en su reunión de septiembre sobre la subida de tipos.

Fischer precisó que hay "buenas razones" para pensar que la inflación irá repuntando y sostuvo que el banco central no debería esperar hasta alcanzar la meta anual del 2% para iniciar la esperada subida de tipos de interés.

"Hay buenas razones para creer que la inflación tenderá al alza a medida que las fuerzas que la mantienen baja se disipan más", según explicó Fischer durante un discurso pronunciado en el retiro anual en Jakcson Hole (Wyoming, EEUU) de los gobernadores de los principales bancos centrales del mundo.