La solución a la crisis de Abengoa debería seguir una estrategia similar a la desplegada por el Gobierno y los agentes sociales en el caso del fraude de Volkswagen: contactos directos y constantes entre la empresa, el Ejecutivo y los sindicatos, así como una implicación decidida de los bancos acreedores. Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, secretarios generales de CCOO y UGT, lanzaron ayer un mensaje claro en este sentido a Mariano Rajoy para que no deje caer a la multinacional española, una referencia en el sector de renovables, y coordine las posibles soluciones.

Méndez pidió a Rajoy que hable con Gestamp, la empresa vasca interesada en entrar en el capital de Abengoa, pero en paralelo el Ejecutivo debería dirigirse a los bancos acreedores --Santander, Caixabank, Popular y Bankia-- para refinanciar las deudas, sobre todo a corto plazo, de Abengoa para estabilizar el negocio. Además debería centrarse en la intervención a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO), como institución pública y de Bankia, como entidad financiera nacionalizada.

Toxo criticó la "insolidaridad" de los bancos que en su opinión, "están más preocupados por otras cosas" y Méndez recordó las "fuertes aportaciones" del Estado a Abengoa. Ambos señalaron su preocupación por el futuro de los casi 7.000 empleos de alta calidad que Abengoa tiene en España y los que ha creado en el extranjero, así como la importante cartera de pedidos.

INTERÉS EN LA EMPRESA

En la misma línea, Pedro Sánchez, lider del PSOE, aprovechó para recordar las "consecuencias nefastas del ensañamiento del Gobierno" contra las renovables que se debe, en su opinión, no solo a motivos medioambientales sino económicos.

Juan Rosell, presidente de la CEOE, dio a entender que hay interés en la empresa sevillana ya que, según informaciones que no desveló, en tres o cuatro meses puede haber "soluciones alternativas". "Cuando hay una empresa con mucho endeudamiento pero es buena, por no decir muy buena, normalmente en el mundo económico y en el empresarial del sector la gente la está mirando", dijo.

El Gobierno midió sus palabras. Aunque para Fátima Báñez, ministra de Empleo, el compromiso pasa por el ICO. Íñigo Fernández de Mesa, secretario de Estado de Economía, admitió que la participación pública a través de préstamos, es "muy limitada" porque es minoritaria.

José Manuel Soria, ministro de Industria, descartó la participación pública en Abengoa, y aunque expresó su confianza en que se salve, recordó que se trata de un problema de una empresa privada. "Es una empresa importante", dijo, y "es deseable" que haya una renegociación de la deuda para evitar que entre en concurso de acreedores.