DKV Seguros quiere hacer de su nueva sede corporativa en España la prueba del algodón de sus principios de responsabilidad social empresarial. El grupo asegurador ocupará en un plazo de dos meses la torre sudoeste del World Trade Center, un edificio de nueve plantas de altura y 12.700 metros cuadrados que está transformando internamente para convertirlo en ejemplar en eficiencia energética y sostenibilidad.

Caldera de biomasa, control de calidad del aire con vegetación, sistema de clima domotizado, iluminación LED con regulación automática en función del aporte de luz natural, filtros solares en los cristales de fachada... Son algunas de las tecnologías que incorpora, además de contar con una serie de equipamientos (gimnasio, cafetería) para el bienestar de los 300 trabajadores que albergará. Todo ello lo convertirá en un "referente" en edificios corporativos a nivel nacional.

La compañía, que tiene su domicilio social en Zaragoza tras la adquisición en 1998 de la aseguradora aragonesa Previasa, desveló ayer los secretos de este edificio inteligente --rebautizado como Torre DKV-- en una visita a las obras en la que participó el director de Servicios Generales del grupo, Carlos Martínez, entre otros.

La compañía ha invertido 6,5 millones de euros en esta reforma, además de IVA y 830.000 euros de gastos asociados. El diseño lleva la firma de la división de Arquitectura de Aguirre Newman, que ha tenido en cuenta diversas vertientes de la sostenibilidad y accesibilidad. El propósito es conseguir las diferentes certificaciones que acreditan el carácter sostenible del inmueble, sobre todo, el sello LEED, que avala el cumplimiento de los estándares de más alta eficiencia. "Es la forma de demostrar que lo que hacemos es verdad", apuntó Martínez.

Centro especial de empleo

Las obras tratan de "independizar al máximo" el inmueble del WTC, entre otras razones porque albergará instalaciones "sensibles" de la compañía como su centro de procesamiento de datos (CPD) del grupo en España.

La Torre DKV también acogerá los servicios centrales (salud, finanzas, contabilidad o auditoría) que la empresa tenía repartidos en varias ubicaciones de Zaragoza: en Las Menades y en un edificio de César Augusto. Este último es propiedad de la compañía y saldrá a la venta en los próximos meses.

Como ya avanzó este diario hace ocho meses, la principal novedad de la nueve sede será la creación de un centro especial de empleo de la Fundación Integralia, perteneciente a DKV y que se dedica a la inserción laboral de personas con discapacidad. En concreto, será un contact center que empleará a una veintena de personas. El edificio, además, alojará un centro de formación para los casi 2.000 empleados del grupo en España y un espacio para usos culturales y sociales.

La compañía, que forma parte de la división de salud de la multinacional Munich Re, compró el edificio el pasado año por unos 20 millones de euros (impuestos incluidos), según fuentes del sector. Se trata de una de las mayores operaciones inmobiliarias de los últimos años en la ciudad.