Dos años después de que José Antonio Labordeta tuviese una multitudinaria despedida en el salón San Jorge de la Aljafería, un nutrido grupo de sus amigos volvió a reunirse en el mismo lugar para asistir a la presentación del libro Querido Labordeta (Ediciones B), biografía escrita por Joaquín Carbonell con la intención de rendir homenaje a quien fue su compañero y maestro.

Aunque en realidad, el homenaje se lo rindieron con su presencia todos los asistentes a un acto en el que la emoción y las lágrimas se hicieron patentes en varios momentos, pero que también tuvo sus episodios de humor y retranca. Algo muy propio del espíritu de Labordeta, que, como apunto Carbonell "seguro que está aquí con nosotros, mirando lo que hacemos". Fue, a lo largo de la tarde, una sensación vivida por todos, pues volvieron a escucharse sus canciones, volvió a verse su rostro sonriente en una pantalla y, sobre todo, era de nuevo el centro de todas las conversaciones, por lo que se sentía con fuerza su presencia.

Querido Labordeta repasa la trayectoria del cantautor, político y escritor desde sus años como profesor en Teruel, donde fue maestro del autor de la biografía, hasta el momento de su fallecimiento. Un libro que contiene "un gran trabajo de documentación", como apuntó la responsable de comunicación de Ediciones B, Carmen Romero, quien recordó que la obra sirve también como tributo de la editorial hacia Labordeta, quien publicó en Ediciones B Memorias de un beduino y Regular, gracias a dios.

Junto a Carmen Romero y Carbonell presentaron la obra Juana de Grandes, viuda de Labordeta y Eloy Fernández Clemente compañero de viaje del cantautor desde Teruel y en numerosos proyectos culturales (Andalán) y políticos (PSA), quien trazó un escueto pero emotivo perfil de su amigo, "un hombre sencillo, familiar, gozoso de estar con sus amigos pero también a veces depresivo: 'esto sigue estando muy mal", decía de vez en cuando".

Eloy Fernández aseguró no saber muy bien "qué pasó" para que "Labordeta llegase a lograr tanto consenso sobre su significado, cómo se consolidó como un símbolo"

Carbonell, por su parte, agradeció a todos aquellos que le han ayudado a trazar la biografía, ya que ha entrevistado a un gran número de personas "porque quería tener siempre la voz de un testigos de todas las etapas", y señaló que durante el proceso de realización de la obra "he disfrutado al repasar las canciones, las películas, pero también he sufrido mucho al ver que ya no estaba ahí; incluso había noches que soñaba con él".

Juana de Grandes se emocionó. Agradeció a Carbonell y a Eduardo Paz los proyectos conjuntos y la compañía que ofrecieron en los últimos años a su marido, y aunque, dijo, al principio era reticente a abordar una biografía, "Carbonell me dijo que sobre Brassens había más de 200 libros, y al comparar a José Antonio con quien para él era el más grande me dejó sin palabras y le dije que adelante". Eso sí, una vez visto el resultado, agradeció el esfuerzo del autor, "porque no se queda solo en sus recuerdos, sino que ha indagado, se lo ha trabajado mucho", para concluir que "es un libro que lo vais a disfrutar".