Las plazas de toros de las tres capitales de provincia de la comunidad autónoma de Aragón se hallan sumidas en un incipiente proceso de licitación en busca de nuevas empresas para sus respectivas plazas de toros.

La principal de todas ellas, La Misericordia de Zaragoza, propiedad de la Diputación Provincial, será objeto de un nuevo pliego de condiciones al rechazar la institución provincial la solicitud de prórroga de la UTE adjudicataria comandada por Simón Casas. El francés, que aterrizó en Zaragoza bajo unas condiciones especialísimas tras el fiasco de la anterior adjudicataria (Servicios taurinos Serolo) y la enorme deuda de alrededor de 600.000 euros se encontró con un pliego ventajosísimo acorde a aquellas circunstancias pero muy distante del mercado real de la actualidad.

El contrato se firmó en 2014 por cuatro temporadas por un montante de 30.000 euros más el 3% de de la recaudación una vez superados los 500.000 euros. Además y nada desdeñable, se recortaba notablemente la deficitaria programación del primer ciclo de la temporada que venía generando un déficit de en torno a los 300.000 euros con el canon de entonces.

Sin embargo, la realidad actual, con la feria recuperada o normalizada, según se interprete, y los festejos populares más consolidados que nunca, la participación de la propiedad se antoja por debajo de lo razonable. Así las cosas, la corporación provincial deberá redactar una nuevo pliego de condiciones cuyo tenor se desconoce. Podría diferir del actual en cuanto a las exigencias económicas; alterar el número y categoría de los festejos a programar recuperando, en parte, el carácter de plaza de temporada si se incrementan las novilladas o bien una mezcla de ambos factores; podrían ser ineludibles capítulos o propuestas de mejora...

HUESCA, SIN PLIEGO TODAVÍA

Por su parte, la negativa del Ayuntamiento de Huesca a conceder la prórroga a Albahaca y Plata se sustenta en circunstancias administrativas relativas al impago de cantidades de la empresa. Las deudas contraídas —sobre 80.000 euros entre canon, tasas y sanciones— hacían inviable la renovación tras cinco años de recuperación del ciclo tras épocas de gran inestabilidad.

El alcalde socialista Luis Felipe ha defendido en diversas ocasiones la feria como eje de las Fiestas de San Lorenzo y aún no ha decidido el sentido del pliego. El debate se centra en si se licita la explotación del inmueble durante todo el año o si se contrata exclusivamente la feria taurina.

Mientras tanto, Alberto García (Tauroemoción) ha decidido no renovar contrato después de siete años al frente del coso turolense. Primero con los hermanos Lozano (2011-2014) y luego en solitario refiere que la plaza no alcanza un umbral de rentabilidad razonable. El pliego, que tampoco era exigente en lo económico, habrá de ser pues lo más flexible posible para propiciar el interés de las empresas taurinas. El objetivo ha de ser por encima de todo devolver al público a los tendidos, ahora tan escaso en los festejos mayores de su feria.