Elísabet Benavent es una joven escritora valenciana que con tan solo 34 años ha publicado 17 novelas. Sus líneas cargadas de verdad, pudor adolescente, romanticismo e incluso erotismo han conquistado ya a un millón de lectores. Acaba de presentar Fuimos canciones, el primer libro de una bilogía cuya segunda parte verá la luz en pocos días, llamada Seremos recuerdos. @betacoqueta es su alter ego en redes sociales, donde se relaciona con sus lectores y fans.

-¿Qué opinión tiene Elísabet Benavent de sí misma?

-Soy una persona que se da muchos latigazos. Le doy mucha importancia a todo aquello que hago mal repetitivamente. También soy muy impulsiva, seguramente tendría que pensar las cosas dos veces, pero soy de las que cree que es mejor arrepentirse de las cosas hechas que de las no hechas. Quiero pensar que soy una persona trabajadora y muy cariñosa.

-¿Esta forma de ser se refleja en sus libros?

-Sí, mis protagonistas son muy como yo. Son bastante cariñosas todas, autoexigentes... Pertenecemos a una generación de mujeres a las que se nos ha criado para ser las mejores en todo y creo que tenemos que quitarnos este lastre de encima y no exigirnos tanto. Y esto lo dejo plasmado en mis personajes. Es inevitable dejar algo de ti misma en los personajes.

-¿De qué va su nueva bilogía?

-Canciones y recuerdos se centra en los lastres emocionales. Todos tenemos un fantasma en el pasado que marca la persona que somos sin darnos cuenta. También hablo de los prejuicios que tenemos sobre nosotros mismos. Por ejemplo, siempre tendemos a pensar que los demás tienen más razón que nosotros cuando nos dan su opinión sobre nuestra vida.

-¿Qué vamos a encontrar en las dos partes de esta pequeña saga?

-En este primer libro cuento el encuentro de Macarena con el que durante muchos años fue el amor de su vida y que no pudo ser. En ese momento se da cuenta del peso de todos los recuerdos que ella arrastra y comienza un proceso para deshacerse de ellos y perseguir lo que ella quiere sin ataduras. Se da cuenta de que ha tomado muchas decisiones en su vida huyendo de cosas, pero no por sí misma. En el segundo, Macarena cambia y empieza a hacer lo que ella quiere de verdad. Se reencuentra a sí misma, su amor y todas las ilusiones que habían permanecido tapadas.

-‘Valeria’ fue su primera saga y la más exitosa.

-Pues justo con esta saga yo creo que retomo el espíritu de Valeria. Esta es una novela mucho más coral donde todos los personajes secundarios tienen una trama y retomo también capítulos con muchísimo diálogo, algo que había dejado de usar últimamente.

-¿Dentro de que género encasillaría su nuevo libro?

-No soy muy fan de los géneros, porque me parece que arrastran más prejuicios que ayudar. Pero si tuviera que ponerle una etiqueta, es un chick lit un tanto erótico. Novela romántica contemporánea.

-Su obra tiene mucho éxito entre el público femenino. A pesar de huir de las etiquetas, ¿considera que sus libros son solo para mujeres?

-Esta etiqueta no me gusta porque limita mucho. Hay mucha gente que seguramente se acercaría al libro si no fuera por este prejuicio. No hay que olvidarse que esta es una novela de entretenimiento.

-¿Esto es bueno o malo?

-Vivimos en una época en la que el entretenimiento está defenestrado y tiene muy mala prensa. Hay momentos para pensar, otros para relajarse y olvidarse de la rutina, como es el caso de este libro.

-Ha alcanzado la cifra de un millón de ejemplares vendidos, ¿teme que le tachen de ‘mainstream’?

-¿Y cuál es el problema de ser mainstream? Para mí no tiene connotaciones peyorativas, para mí esto significa llegar a más gente. Yo cuando lo escribo no pienso en eso. Es un producto que yo mimo mucho y al que dedico mucho tiempo. Cuánto se venda luego ya es otra cosa. El público es soberano. Me preocupa mucho más decepcionar al público que me sigue desde el principio.

-17 novelas con 34 años. ¿Cómo lo ha hecho?

-Jajaja... Las seis primeras tienen truco porque estaban ya escritas. Pero con las siguientes pues aprendí a tener mucha disciplina. Picasso decía que las musas te pillan siempre trabajando, y es así. A veces estás más o menos inspirada, pero tener una rutina de trabajo y ser exigente es la clave.

-¿Se siente valorada dentro del gremio?

-Sí, yo me siento muy cómoda, sobre todo entre los compañeros de mi editorial. Somos un grupo de gente joven y no veo en la mirada ninguna superioridad. Pero es verdad que este género lleva adherido un prejuicio muy grande que es el de género pequeño. A mí eso me da igual.

-¿Por qué engancha esta novela?

-Porque está a caballo entre lo emocional y lo cómico, y la vida es justo eso.