Si el calor se ha instalado en casa, la mejor forma de combatirlo es salir a la calle, que aunque la temperatura sea también alta, pasear, terracear y, sobre todo, disfrutar de un concierto, una exposición, una visita guiada, un taller o una obra de teatro puede hacerlo más llevadero. Hoy tiene lugar la ya tradicional Noche en blanco (se celebra la séptima edición), que aglutina a más de 200 actos en medio centenar de escenarios.

La mayoría de las propuestas son gratuitas y, aunque el horario se ha ampliado y se puede disfrutar de la Noche en blanco durante todo el día, muchas comienzan cuando habitualmente caía la intensidad cultural, o sea, a partir de las 20.00 horas. Eso sí, todo abierto hasta pasada la medianoche, para comprobar si por fin bajan las temperaturas.

Esta iniciativa surgió en París en 2002 para acercar la creación artística contemporánea a los ciudadanos. Gratuidad, vanguardia, ciudadanía y sostenibilidad eran cuatro de las patas esenciales de la Noche en blanco. La primera ciudad española en sumarse a la moda fue Madrid en el 2006 y a partir de ahí se fue extendiendo. En Zaragoza, la primera edición se celebró en el 2011, gracias a que un grupo de activistas culturales (que fundaron la Asociación Zaragoza en Blanco, AZB) se empeñó y encontró la complicidad del ayuntamiento.

HACEN FALTA «SORPRESAS»/ El periodista Olivier Vilain fue uno de los culpables de que la Noche en Blanco viera la luz. Afirma que ahora se «ha quedado en una agenda cultural», pues en su momento nació con un perfil concreto, que era «la participación del tejido cultural de la ciudad» y ha variado «un poco porque hay pocas actividades organizadas por creativos y muchas por instituciones y empresas», aunque no lo considera negativo. Y añade: «Los que en entonces no creían, ahora lo hacen». Sí que echa en falta «más cosas a pie de calle» o «sorpresas» al caminar entre dos actividades, pero que se siga celebrando ya es «una buena noticia».

Ese es un denominador común de algunos de los implicados. Pepín Banzo participa desde El Sótano mágico y lo considera «una gran oportunidad» ya que «anima a los ciudadanos a acercarse a nuevas propuestas». Por ejemplo, desde la sala mágica han preparado una sesión de magia de cerca para pequeños, «que será muy divertida»; para la sesión noctura, una gala de cerca con magos aragoneses; y a las 01.00, una noche de impromágica.

Desde el Ayuntamiento de Zaragoza, su concejal de Cultura, Fernando Rivarés asegura que esta Noche en blanco es «una oportunidad para ciudadanos que no tienen hábitos culturales acudan a actos a los que no van habitualmente», para después afirmar que «todo lo que sea ocupar la calle por profesionales, bien para consumir cultura o como agente activo de la cultura, es imprescindible».

También destacó esa cercanía Luis Antonio González, miembro de Los Músicos de su alteza (actuará junto a Pedro Reula Baquero), en el Museo Goya (tres pases, de 22.30 a 00.30). «Es una iniciativa buena porque personas que no están habituadas a este tipo de música» pueden disfrutar de ella, «porque no hay distancia entre el público y los músicos». En este sentido, reconoció que «de esta experiencia seguro que nace un nuevo aficionado».

El Gobierno de Aragón también participa en la iniciativa. Nacho Escuín, consejero de Cultura, señaló que la colaboración responde a la «política museística» que defienden, que «no solo es la de abrir los museos, sino convertirlos en espacios culturales con numerosas actividades». En cuanto a la evolución, dijo que «ha habido gran aceptación social y es ya una fecha señalada para instituciones y empresas que ayudan a su configuración.