Se define así mismo como cantonta y, aunque es evidente, que es un juego de palabras, ella no se considera tonta ni puede vivir de la música. Al menos todavía: "Me gusta mucho escribir, y en un blog empecé a contar las anécdotas más divertidas y tontas que me pasaban en el mundo de la música", explica espontánea y sonriente María Villalón que confiesa entre risas: "Cuando empezaba era un desastre...". A los fans les gustó el nombre tanto que ahora cuando ha publicado su nuevo EP ha decidido llamarlo Historias de una cantonta. Un disco que ha visto la luz gracias precisamente a sus fans ya que se ha financiado por crowdfunding: "Después de intentarlo de muchas maneras, buscar muchas vías y ninguna salir para adelante, se me ocurrió la idea de intentar el crowdfunding porque había visto a unos amigos que lo habían hecho y les había salido. No teníamos otra opción de seguir hacia adelante y, la verdad, es que el público se volcó, participaron más de 300 personas y gracias a eso tengo la oportunidad de que esté el EP en la calle", por lo que el trabajo no se podía llamar de otra forma, razona María Villalón: "Son mis canciones, hablan de cosas que me han pasado, yo soy la cantonta, y, además, era una forma de dar las gracias a que la gente ha participado".

SEIS CANCIONES De hecho, si ha sido un EP y no un disco completo ha sido por respeto a los propios patrocinadores del trabajo: "Había dos opciones, hacíamos un disco completo de doce canciones con una producción y una calidad mediocre porque producir cada canción vale mucho dinero o coger las seis canciones y poder grabarlas en un estudio muy bueno y con unos musicazos. La gente había pagado por un producto que ni había escuchado por lo que tenía más sentido hacer un EP con la máxima calidad que darle un disco de doce canciones sin poder darle a cada una lo que se merece".

El resultado es un EP en el que se desafía a los malos tiempos que estamos viviendo: "Ahora solo se habla de crisis... Entonces intentamos que al menos el que se ponga el disco, logre desconectar un rato. Intenté que las canciones aunque no hablaran de algo alegre, darle a la producción un rollo contento, buscando que el disco tuviera un buen rollo optimista".

María Villalón saltó al primer plano de la escena musical con su participación en el concurso Factor X y, tras romper su contrato con Sony, su nombre volvió a saltar a la palestra este verano cuando un medio la descubrió trabajando en un McDonalds: "Soy una persona normal, corriente, de una familia humilde y si a mí la música no me da para vivir no tengo problemas en trabajar de cualquier cosa, lo estúpido sería lo contrario", dice con rotundidad la malagueña que va más allá: "La gente tiene que saber la realidad y es que de la música vive muy poquita gente. La mayoría se cree que porque grabes un disco o salgas en la tele, eres un forrado y no es así". Lo dice con la experiencia de haber pasado por un programa de televisión, aunque, matiza, ya sabía lo que había cuando entró en él: "Entré sabiendo que ni me iba a lanzar al estrellato ni me iba a hacer Lady Gaga".