Un hombre falleció ayer cuando esquiaba fuera de pistas en la estación de esquí de Baqueira Beret al ser sepultado por un alud. Otro compañero sufrió heridas graves. El trágico accidente eleva a seis las víctimas mortales ocurridas en un mes en las estaciones de esquí de Cataluña y Andorra. Aunque el accidente de Baqueira se produjo fuera de los dominios de la estación, la nueva víctima dispara la preocupación por la seguridad en la nieve, ya que la cifra de víctimas mortales por temporada no suele pasar de dos. La avalancha de nieve mortal se formó en la zona de Pala Vinyeta, cerca del itinerario fuera de pista Escornacrabes. El alud atrapó al barcelonés Antoni Carmona Solé, de 33 años y padre de dos hijos, que resultó muerto. Su compañero, Agustí M. P., de 39 años, pudo ser rescatado y trasladado con vida, aunque en estado crítico, al Hospital de Toulouse. El alcalde de Naut Aran, Víctor León, no dudó en referirse a una "imprudencia" como la causa más probable del suceso. Según León, el Instituto Geológico de Cataluña había advertido de que el riesgo de aludes en la zona era marcado (grado 3 en escala de 5). Conocidos de las víctimas aseguraron que "posiblemente ellos mismos provocaron la avalancha de manera fortuita". El fallecido, al igual que el herido, era un experto esquiador. Los dos llevaban casco. Aunque este último siniestro se haya producido fuera de los límites de la estación, los otros cinco ocurrieron en pistas señalizadas. Los especialistas sostienen que el auge del carving (nueva modalidad de esquí que permite giros rápidos), el mejor aplastamiento de la nieve, los telesillas rápidos y de mayor capacidad y la cada vez mayor afluencia de público han aumentado el riesgo. "En las estaciones se esquía cada vez más rápido porque la nieve está bien compactada y pisada. Además, el carving permite coger las curvas a más velocidad y con menos visión lateral, lo que aumenta el riesgo", dijo Javier Garrido, examinador de los profesores de la Escuela Española de Esquí. Para el carving se usan esquís cuya parte delantera y trasera es más ancha que la central y que permiten girar fácilmente. Como el esquiador no derrapa gira más rápido. La Asociación Catalana de Estaciones de Esquí y Actividades de Montaña (ACEM) quiere que el casco sea obligatorio y que existan patrullas de vigilancia con potestad para expulsar a esquiadores peligrosos.