Breve y con decenas de preguntas sin respuesta. Así ha sido la esperada intervención de Mark Zuckerberg, fundador y patrón de Facebook, ante el Parlamento Europeo para explicar cómo protege su compañía, propietaria también de Whatsapp e Instagram, la privacidad de sus usuarios y responder por la filtración masiva de datos protagonizada por Cambridge Analytica. El empresario no ha variado el guión en su escala en Bruselas. Como ya hiciera a principios de abril ante el Congreso estadounidense, ha entonado el mea culpa y ha pedido perdón por los errores cometidos por su empresa, pero no ha descartado una nueva filración.

"Ha quedado claro en los últimos años que no hemos hecho lo suficiente para evitar que las herramientas que hemos construido se puedan utilizar para hacer daño. Ya sean noticias falsas, interferencia extranjera en elecciones, o mal uso de datos por parte de los desarrolladores de apps. No tuvimos una perspectiva suficientemente amplia de nuestras responsabilidades. Fue un error y lo siento", ha proclamado. Zuckerberg ha querido destacar las bondades y beneficios de la red social para ciudadanos y empresas, al tiempo que ha prometido enmendarse, adoptar medidas para evitar que la situación vuelva a repetirse y, sobre todo, aplicar la nueva normativa sobre protección de datos que será de aplicación obligatoria desde este viernes en la UE.

El multimillonario ha reconocido que todo eso llevará tiempo e incluso no ha descartado que puedan destaparse nuevos casos como el de Cambridge Analytica. "Ya no será posible para un desarrollador de aplicaciones acceder a los datos de nuestra plataforma tras los cambios del 2014. Pero es importante investigar y ver qué apps han accedido a datos y ver qué ha pasado. Hemos investigado a miles de desarrolladores, hemos eliminado más de 200 apps y tenemos todavía miles por analizar. Ya les adelanto que habrá otras que tendremos que eliminar", ha dicho. Zuckerberg también ha admitido su incapacidad para identificar las injerencias de Rusia en las últimas elecciones estadounidenses. "La seguridad es un problema que nunca se puede solucionar completamente", se ha escudado.

Respuestas por escrito

Antes de reunirse este miércoles con el presidente francés, Emmanuel Macron, Zuckerberg ha dado las primeras explicaciones en un encuentro extraordinario de la conferencia de presidentes de la Eurocámara-que reúne a los líderes de los grupos políticos-. El evento, que no ha llegado a las dos horas, se ha saldado con decenas de preguntas sin respuesta debido al formato precocinado, que ha permitido a Zuckerberg escaparse del interrogatorio. Tras las protestas de algunos de ellos, el empresario, visiblemente incómodo y con prisas por marcharse del europarlamento, no ha tenido más remedio que comprometerse a responder por escrito.

Entre las cuestiones que ha podido eludir, algunas importantes, como si la fuga de datos que afectó a 87 millones de usuarios es un caso aislado o la punta del iceberg; si ha llegado la hora de romper el monopolio en el que se ha convertido la red social; si se compromete a erradicar las cuentas falsas o qué pueden hacer aquellos que no utilizan Facebook para impedir que la compañía recopile sus datos.

Reproches

Lo que Zuckerberg no ha podido evitar ha sido encajar multitud de reproches. "Disculparse es necesario pero no es suficiente", le ha afecado el jefe de filas de los populares, Manfred Weber. "Sus prácticas empresariales están socavando valores importantes de nuestra sociedad", ha avisado el socialista Udo Bullmann. "¿Cómo quiere ser recordado como un Steve Jobs o Bill Gates que generaron riqueza, o como un genio que creó un monstruo digital que destruye sociedades?”, le ha preguntado el liberal Guy Verhoftstatd.

Para intentar contentar a los eurodiputados, el empresario ha sacado a la palestra las inversiones de la compañía en el continente: "Para finales del 2018, Facebook dará trabajo a 10.000 personas en 12 ciudades europeas frente a los 7.000 que tenemos ahora. Estamos comprometidos con Europa".

El lobi de la red social en Bruselas

Pocas veces un empresario ha generado tanta curiosidad en el Parlamento Europeo como el estadounidense Mark Zuckerberg. Su entrada cruzando raudo y veloz la alfombra azul que preside el acceso destinado a las personalidades y dirigentes políticos así lo atestigua. Pero la presencia de Facebook en Bruselas no ha pasado desapercibida a aquellos que se dedican a escrutar el papel de los lobis que gastan millones para incluir en la legislación comunitaria.

Según la organización Corporate Europe Observatory, Facebook es la cuarta multinacional que más veces se ha reunido con altos funcionarios europeos: 92 ocasiones desde el 2014. Solo le superan las multinacionales Google, Airbus y Microsoft. Además, es la decimonovena compañía que mayor presupuesto ha dedicado este 2017 a actividades de lobi, un total de 2,25 millones de euros, según la información recogida en el registro de lobbies creado por la Comisión Europea y que tiene más 11.700 organizaciones inscritas. “El alcance real de su acceso es probablemente mucho mayor, pero no hay información pública de sus reuniones con funcionarios de la Comisión por debajo del nivel de director”, aseguran.