El nuevo paso elevado que unirá la localidad zaragozana de Pinseque con la A-68 está previsto que entre en servicio este mes de septiembre. Unos 22.000 vehículos podrán beneficiarse cada día de esta infraestructura viaria. La adjudicataria de las obras, Construcciones Mariano López Navarro, ultimaba a finales de agosto la prueba de carga de un puente largamente demandado por los vecinos desde 1993. El Ministerio de Fomento, titular de la autovía que une la capital aragonesa con Logroño, ya ha colocado la nueva señalización viaria.

"Cuando finalice la prueba de carga para comprobar la resistencia de la estructura se dará el alta eléctrica, por lo que creemos que los coches podrán pasar dentro de unas dos semanas", explicó a finales de mes Carlos Sánchez, portavoz del equipo de gobierno de Pinseque. Los vecinos de este municipio de la Ribera Alta del Ebro tendrán que esperar tres meses más de lo previsto para utilizar esta vía, ya que el plazo de finalización de los trabajos concluyó en junio. Sin embargo, poco importan tres meses después de tres lustros de reivindicaciones.

El antiguo cruce se realizaba mediante un ramal situado al mismo nivel de la carretera y con un carril de aceleración de solo 30 metros, que obligaba a girar a la izquierda en medio de una autovía. Para edificar el paso elevado, ha sido necesario establecer un desvío provisional en la entrada al municipio por Torres de Berrellén, el polígono industrial de Pinseque y el camino de Brazaolas. Se construyó un camino asfaltado de tres metros de anchura que permitía que los afectados tuvieran que llegar hasta Alagón para entrar en el municipio, lo que supone un rodeo de unos siete kilómetros.

"Este puente significa todo para nuestro municipio porque con esta obra aumentará la seguridad. Además, con esta nueva infraestructura se va a potenciar el crecimiento de Pinseque porque mucha gente no quería vivir en un municipio con una entrada tan peligrosa", comentó Carlos Sánchez.

El Gobierno central estimó la necesidad de este paso elevado en 1993. Sin embargo, esta decisión quedó en el olvido durante una larga década hasta que en el año 2005 el Ministerio de Fomento anunció la construcción del puente. La obra salió a concurso en octubre del 2006 y se adjudicó en febrero del 2007 por 1,97 millones de euros a la constructora aragonesa Mariano López Navarro. Los trabajos se han prolongado durante casi año y medio.

El cruce de Pinseque ha sido uno de los puntos negros de las carreteras aragonesas durante años. Los habituales y continuos accidentes que se producían en el antiguo acceso han sido el principal reclamo de los vecinos y de su ayuntamiento para que se construyese este paso elevado. Después de 15 años de peticiones y varios siniestros mortales, el municipio ha conseguido algo tan elemental como tener un acceso seguro para poder desplazarse cada día.

El paso elevado permitirá suprimir el ramal directo Logroño-Pinseque, ya que se han construido dos glorietas, a la izquierda, en sentido Zaragoza. Una de estas enlazará el polígono con un carril único de seis metros y otra más pequeña de 15 metros de radio interior en sustitución de la actual intersección en forma de ´T´.

P. MARÍN