Pedro Ximénez de Urrea nació en Urrea de Jalón en el siglo XV y fue el hermano menor de Don Lope Ximénez de Urrea quien, como primogénito heredó el título y las posesiones familiares. Pedro, como era costumbre por esas fechas para el segundo de los hijos, se dedicó a la iglesia.

Llegó a beneficiado de La Seo, luego a Obispo y, más tarde, a Arzobispo de Tarragona y, ostentando esta condición, fue nombrado Primado de España, y poco después Patriarca de Alejandría. Don Pedro Ximénez convivió con grandes personalidades de la historia ya que fue amigo personal de los papas Calixto III y Alejandro VI y del Rey de Aragón, Alfonso V. Pero, sobre todo, fue un Arzobispo pirata .

Calixto III le llamó a Roma y le encargó fletar unas naves con las que hacerse a la mar a luchar contra el Turco. Para ello tuvo que empeñar el Arca Godina , que contenía la dote de las mujeres de su familia, a un judío de Zaragoza. Con este dinero y los diezmos recaudados en su Arciprestazgo, emprendió la construcción de tres naves. Más de cuatro años se pasó por el Mediterráneo al mando de su flota, compuesta por dos naves del Papa y otras dos del Rey, llegando hasta las costas del Líbano, Grecia, Argelia, Chipre y ganando infinidad de batallas.

En 1456 fue anatemizado por el Papa Pío II ya que, olvidando su lucha contra el Turco, se dedica con sus naves a la piratería y al saqueo. Llamado al orden por el rey Alonso V, regresa a su Sede de Tarragona con solo dos de sus barcos, donde finalmente falleció según se recoge en una biografía escrita por Tomás Salvador.

Del techo de la Catedral de Tarragona cuelga el pendón de Pedro Ximénez de Urrea, un estandarte que a ambos lados tenía el escudo de Urrea en plata y azul, que era la bandera de la galera Santa Tecla .