El nuevo centro de salud de la Almozara, incluso terminado y puesto en servicio, continúa siendo un quebradero de cabeza para los vecinos. Ahora, no solo no están contentos con la ubicación del edificio sino que ven intenciones políticas en el asunto. Los vecinos denuncian que las asociaciones que les representan quieren que el antiguo ambulatorio no preste servicio sanitario --que consideran necesario-- para convertirse en sede de estas entidades vecinales.

A pesar de que conocían la ubicación del centro desde hace años, la Federación de los Independientes de Aragón (FIA) esperó a que el ambulatorio estuviese construido para presentar ayer 1.200 firmas al Justicia de Aragón recogiendo el malestar de los vecinos del barrio porque, según criticaron, el ambulatorio "ha sido sacado el corazón del barrio" para ser llevado a la periferia.

José Miguel Viú Ferrer, portavoz de FIA, afirmó que esta decisión se tomó "sin contar con la opinión de los vecinos" y fue un consenso "solamente de cinco personas que dicen ser dirigentes vecinales --presidentes de las asociaciones--, y algunos representantes políticos, decidieron que el nuevo centro se hiciera en la avenida Autonomía, en una zona sin viviendas, con mucho cierzo y mal comunicada".

Además, aseguró Viú, se decidió que no se mantuviese abierto el otro centro de salud para que el edificio se convirtiese en sede de las cinco asociaciones del barrio cuando comenzase a funcionar el nuevo ambulatorio. Aquí es donde denuncian el interés de las propias asociaciones vecinales, que ellas desmienten.

La presidenta de la Asociación de Vecinos Ebro-Almozara, Encarna Mihi, afirmó que en el momento en que se decidió construir el nuevo equipamiento se comentó "en corrillos" la idea de que ese edificio se destinase a uso vecinal, pero la propuesta no volvió a tratarse. En cambio, el presidente de la Asociación de Vecinos Pablo Gargallo, Manuel Izuel, reconoció que se pidió en su momento que las asociaciones pudiesen disfrutar de ese equipamiento como sede e informó de que se ha solicitado este uso vecinal en la junta de distrito de nuevo. Para ello, debería producirse la cesión del edificio por parte de la DGA al Ayuntamiento de Zaragoza, ya que se trata de un equipamiento del Gobierno de Aragón mientras que el suelo es de titularidad municipal.

Izuel explicó que creen que "la DGA se pensará mucho el tema de la cesión" porque, según insistió, desde que nació el nuevo centro de salud les confirmaron desde Sanidad que "se iba a quedar pequeño" debido a que iban a derivar a pacientes de otros sectores cercanos. "Probablemente en unos meses veremos que el centro está saturado y tienen que trasladar el centro antiguo algunas consultas de rehabilitación y pediatría", vaticinó. En cualquier caso, ellos rechazarían la sede de asociaciones "si es por un problema como la salud".

CENTRO PREPARADO

Desde el Departamento de Sanidad negaron rotundamente que se vaya a producir esta saturación. "Se ha planteado el nuevo ambulatorio a futuro, pueden estar tranquilos porque hay un incremento exponencial de las consultas y de los médicos y se ha pensado también en un crecimiento de la población del barrio", detallaron fuentes del departamento.

Desde FIA han recogido el malestar vecinal generado por esta iniciativa y piden que "se mantenga el actual centro de salud, independientemente del nuevo", poniendo como ejemplos "barrios que tienen tres como es el caso del Actur", precisan, y además subrayan "las molestias que va a generar el nuevo equipamiento a las personas mayores que viven en la parte vieja pegada a la riberas del río".