El Servicio de Cultura y Turismo de la Comarca Campo de Cariñena celebró sus VIII jornadas micológicas en la localidad de Cariñena. Un total de 30 personas de Cariñena y de las diferentes localidades de la comarca y de fuera de ella, participaron en esta edición que aunque el tiempo en principio parecía que no iba a acompañar, terminó siendo favorable para la salida.

Las jornadas micológicas se celebraron los días 22 y 23 de noviembre, pero para los más pequeños dieron comienzo el lunes 17.

Este año también participaron los niños. Así, la asociación 'Carantoña' se desplazó al colegio Santo Cristo de Santiago, para que los niños conocieran el apasionante mundo de las setas. Muchos niños resultaron ser unos perfectos 'cazadores de setas'. Salieron a recogerlas, las clasificaron y las degustaron, pero unas setas muy especiales, las de los más pequeños eran de chocolate y pan, y las de los más mayores de huevo duro y tomate. La salida fue por el patio de recreo, y lo más importante: todos obtuvieron el carnet que les hacía oficialmente seteros profesionales.

El fin de semana, 22 y 23, las jornadas fueron para todo el público en general, aunque los niños también participaron; un grupo de los que salieron al monte fueron en su totalidad, familias con niños. Y después, vino la clasificación y explicación del micólogo, Francisco Serrano, en la sede comarcal a la que se acercaron vecinos de todas las edades, que querían saber si sus setas eran comestibles o no, cómo se llamaban y también saber cómo clasificarlas.

La salida del sábado contó con guías conocedores del monte y también de las setas, divididos en dos grupos de 20 personas. Su objetivo era conseguir el mayor número de ejemplares de setas para la exposición del domingo. Antes de salir, Francisco Serrano dio unos consejos muy importantes tales como que la salida al monte debe ser con cesta y navaja, que está prohibido el rastrillo y pegar patadas a aquellos ejemplares que no nos interesan y, sobre todo, insistió en "la concienciación de la gente de que las setas son un alimento que nuestros bosques nos regalan y que si los llenamos de basura y los dejamos en mal estado, terminaremos con ellos".

Además, los asistentes lograron que, como ya les había advertido Serrano, "no se notara que por allí había pasado alguien, ya que dejando el bosque en buen estado, todos salimos ganando y si perjudicamos la capa protectora del suelo rascándola, secamos nuestros montes y ello conlleva más riesgo de incendios forestales".

A la una de la tarde, muchos de los participantes de las jornadas llegaron a la sede de la Comarca Campo de Cariñena con su cesta, con más o menos setas. Allí les explicaron qué clase de setas habían recogido y esos ejemplares sirvieron para ser expuestos con sus nombres científicos y populares, clasificados en comestibles, tóxicas y sin valor culinario.

Para terminar esta jornadas, el domingo se pudo visitar en el bar del Centro de Día una gran exposición de setas, compuesta por más de 100 ejemplares diferentes que habían sido recogidas en la Sierra de Algairén el sábado por la mañana.

Posteriormente, rodeado de setas, Francisco Serrano Ezquerra explicó a los asistentes las características de las setas expuestas, y después, gracias a los propietarios de dicho establecimineto, se pudieron degustar diferentes tapas de setas maridadas con vinos de la DOP Cariñena, y que fue del agrado de todos los asistentes.

Por último, se entregaron hasta tres premios a los participantes. Uno de ellos hacía alusión al rebollón más grande, que fue recogido por Joaquín Báguena. Otro de los premios era al ejemplar más tóxico, que lo aportó la familia Carod. También se premió al grupo con mayor número de participantes que se le concedió a la familia Belanche. Había un premio al ejemplar más raro, que lo recogió como no podía se de otra manera el experto micólogo Francisco Serrano.