El Gobierno de Zaragoza y los sindicatos CCOO y CGT alcanzaron recientemente un acuerdo por el que el consistorio de la capital se compromete a sacar a oposición 715 plazas entre el 2015 y el 2018. Una nueva oferta pública de empleo (OPE) en la que se recogerán las 514 pendientes de la última, la del 2006-2009 que no se cumplió, y a la que añade 201 plazas nuevas para reforzar los servicios más mermados por las bajas de los últimos años y la prohibición de hacer nuevas contrataciones en base al real decreto de diciembre del 2011 de medidas urgentes para la corrección del déficit público.

En realidad, la novedad confirmada, en la que no están todos los sindicatos municipales respaldándola, son estos últimos 201 puestos a cubrir y a consolidar en una plantilla municipal que, tras cuatros años de congelación de la misma y a un ritmo de un centenar de jubilaciones por ejercicio, ha perdido ya más de medio millar de efectivos en solo un lustro.

De estas nuevas plazas, en realidad 74 serán de promoción interna, una reivindicación de los sindicatos que se ve satisfecha con la medida y que ahora se contempla en todas las categorías para reforzar salvo en las de operario, Bomberos y Policía Local. En estos dos últimos casos reside otro de los logros de este acuerdo. Por un lado, las 40 plazas de Bomberos que se sacarán a oposición libre. Y, por otro, los 10 agentes más que se suman a los 28 que deberían haberse incorporado ya con la OPE del 2006-2009.

Además, quitando las de promoción interna, no es casualidad que la cifra de nuevos puestos a ofertar sea de 127, ya que es el máximo legal permitido y que posibilitará que no haya impedimentos por parte de otras instituciones, como la Delegación del Gobierno en Aragón.

Y es que la normativa establece que no se puede rebasar en número más del 50% de las jubilaciones que se produjeron el año pasado y las de este, una suma que desde Régimen Interior se cifra en torno a 254 funcionarios. Así que se cierra ese resquicio legal.