Las relaciones entre los grupos municipales de izquierda en el Ayuntamiento de Zaragoza no son un ejemplo de plena sintonía, ni mucho menos. Pero la aprobación de los presupuestos, con los votos a favor de ZeC, PSOE y CHA, permite pensar que son capaces de aparcar sus diferencias y alcanzar acuerdos cuando las necesidades de la ciudad están en cuestión. Todos los grupos deberían reflexionar sobre cómo afectan a la ciudadanía las opciones que defienden y su capacidad para adoptarlas en un plenario que exige sumar votos.