En su estrategia de acoso y derribo a las contratas, el concejal de Servicios Públicos del Ayuntamiento de Zaragoza, Alberto Cubero, perjudica a los zaragozanos. Con FCC en el punto de mira, para fomentar un clima favorable a las municipalizaciones, el concejal de ZeC cosecha un efecto contrario al que pregona: que el servicio se preste en peores condiciones. En los últimos años se han producido recortes que redundan en peores resultados. Minimizar esta realidad y magnificar las denuncias impuestas a la empresa es retorcer la realidad a conveniencia, creando un estado de opinión contra la empresa exagerado. La obligación de Cubero es sacarle a FCC todo el rendimiento, pero no sacarla de quicio.