Los directores de colegios públicos de Zaragoza se plantan con la camiseta reivindicativa de la Marea Verde ante la consejera del ramo que, por el bien de las cuentas públicas, está degradando la educación. No son formas de ir a recibir consigna de toda una autoridad. Con lo majos que estarían con su trajecito y corbata y el "sí buana" por toda respuesta, siempre y cuando se dirigieran a ellos, que como bien saben por su profesión es de mala educación contestar al Altísimo sin que te pregunte. Y la Policía, defensora de los derechos de libre expresión, acata la orden de algún asesor de moda con mando en plaza y les impide lucir la prenda, aunque les advierte que se la pueden quitar, que el pelo en pecho y los pezones no son subversivos desde que los guiris descubrieron nuestras playas. No se tiene constancia, sin embargo, de que el mismo cuerpo tapara las decentes bocas de la España que viene cuando gritaron puta y zorra en plena calle a la concejala de Los Yébenes por hacer en la intimidad lo que le da la gana. Acalla a los maestros, recorta en educación y verás como crecen los inquisidores que, por cierto, deben estar encantados con el crédito extraordinario de 1.700 millones que el presidente del no rescate ha liberado para armamento de Defensa. Es comprensible, damos muy mala imagen cargando a empujones en las zodiac a los inmigrantes de isla de Tierra. Cuánto mejor una fragata surcando las aguas de las costas africanas que deje claro con su presencia y coste que aquí no hay para becas de comedor ni mamografías.