Dicen los veteranos del dominó que hay tres cosas que no sirven para nada: llover en el mar, las tetas de los hombres y cerrar para perder. No se sabe si Rajoy aprendió la cantinela cuando durante la campaña se dejó caer por Olmedo (Valladolid) para echar una partidita (fotos con jubilados incluidas), pero lo que es seguro es que él mismo está hoy en disposición de aportar a la lista otra inutilidad: presentarse a una investidura para no ser investido. Cada uno mueve sus fichas y el líder del PP ha preferido pasar turno, bien para que le llegue un rebote bien para que no haya más salida que convocar otras elecciones.

Además, en funciones se gobierna mejor. Así se entiende que casi a hurtadillas este Ejecutivo interino haya prorrogado por un periodo de ¡60 años! la licencia de una papelera situada en la ría de Pontevedra cuya concesión expiraba en el 2018. La fábrica en cuestión fue levantada por la dictadura franquista en los 50 y siempre ha sido motivo de discusión política en Galicia. Lo que nadie esperaba es que el Gobierno la indultara cuando incluso el PP gallego había garantizado su traslado.

De todos es conocido que muchas papeleras son reconocibles por el hedor que desprenden --que se lo digan a los vecinos de Montañana-- y este caso no parece una excepción: la planta pertenece a la multinacional Ence, cuya privatización arrancó en la primera legislatura de Aznar, y en cuyo consejo de administración se sientan hoy en día: Isabel Tocino, exministra del PP; Pascual Fernández, exsecretario de Estado con el PP, y Carlos del Álamo, exdirector general de Medio Ambiente de la Xunta. Es decir, tres exponentes de manual de lo que es una puerta giratoria.

Un paso más allá, esta semana ha faltado muy poco para que el Consejo de Seguridad Nuclear (en cuya cúpula rectora hay mayoría del PP) dejara en bandeja al Ejecutivo la reapertura de Garoña, cerrada en el 2012 tras 40 años de vida útil. La presión social, ecologista y del resto de partidos ha logrado al menos que la decisión final sobre la planta nuclear la tome el nuevo Gobierno y no uno que no sabe qué hacer con el mucho tiempo libre que tiene. Con lo entretenido que es el dominó. Periodista