La decisión de que el teniente general en la reserva, ex Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD) José Julio Rodríguez, ocupe la segunda plaza de Podemos por la provincia de Zaragoza en las elecciones del 20D ha causado sorpresa y un cierto desconcierto.

Desde algunas izquierdas se pone el grito en el cielo y aprovechan esta decisión para dudar de las posiciones de Podemos ante el Ejército y ante las bases militares estadounidenses llegando incluso a cuestionar su ubicación en la izquierda. Algunas derechas también la critican, aludiendo a cuestiones relacionadas con el sentido patrimonial que tienen del Ejército, al que se le identifica con la defensa de "la ley y el orden" que evidentemente, para ellos, es de derechas.

No me detendré en demostrar lo equivocado de esas posiciones que califico de miopes y dogmáticas. Solo decir que, salvo posiciones minoritarias de carácter anarquista, en la izquierda siempre se ha defendido la existencia de un Ejército subordinado al poder civil y a la defensa de las leyes y del orden democrático, "ley y orden" que, esta vez sí, no son ni de izquierdas ni de derechas.

Sin embargo, he de reconocer que a mí también me ha sorprendido la incorporación a Podemos del teniente general Rodríguez, como también me sorprendió la de la jueza de Las Palmas de Gran Canaria, Victoria Rosell, encabezando la candidatura de esa provincia o la del profesor Pedro Arrojo número uno de Podemos por Zaragoza, una persona de larguísima trayectoria militante en el mundo del ecologismo y un profesional con una larga experiencia científica y docente en la Universidad de Zaragoza. Los tres son profesionales de reconocido prestigio, además de personas de una intachable trayectoria democrática,alejadas hasta hoy de la política institucional. Y Pablo Iglesias dice que las sorpresas no han terminado.

Algo está pasando aquí. Y lo que pasa es novedoso y positivo: la incorporación en primera línea de la actividad política de personas independientes, con profesión y oficio previo reconocido, que ponen su imagen y su experiencia al servicio de una organización, Podemos, que hasta hace bien poco "la gente de orden" de este país le decía de todo, menos bonito. Una de dos, o la jueza, el profesor y el general son unos inconscientes o quizás Podemos ha adquirido ante una gran mayoría social una imagen de solvencia y de seriedad alejada de aquel falso populismo con el que algunos nos querían confundir. Yo apuesto por lo segundo y doy fe de ello cuando participo en el Círculo de Educación de Podemos Aragón con mucha gente joven, pero también con viejos profesores que ya "pintamos canas".

Me gustó en su día el fichaje del profesor Pedro Arrojo, me gustó también el de la jueza Victoria Rosell y me gusta el del ex JEMAD José Julio Rodríguez, porque junto a las importantes aportaciones técnicas y políticas que realizarán en los temas de los que son especialistas, añaden la imagen novedosa de que se puede hacer política dentro de un partido viniendo "de la calle", sin estar sometido a las consignas y mandatos partidarios. El general incorpora, además, un plus de normalización democrática y de superación de prejuicios en el seno de una izquierda que algún día deberá acostumbrarse a pronunciar la palabra España y lucir la bandera constitucional sin ningún complejo. Por otra parte, un miembro del generalato de reconocida trayectoria democrática puede ayudarnos a resolver viejas reivindicaciones de la izquierda aragonesa como es la desmilitarización de las Bardenas y del campo de San Gregorio. La incorporación de personas independientes a las candidaturas, en puestos de salida, es también una de las características de la nueva política, en contraposición con la que practican los partidos tradicionales.

El 20-D no va a ser una jornada electoral al uso. Creo que la gente votará de nuevo con ilusión. Hay mucha gente que está convencida de que las cosas pueden cambiar a mejor y que para ello es fundamental su voto. Cosas tan importantes como sentir que los políticos nos representan y están cerca de los problemas de la gente, que las instituciones funcionan bien y no hay nadie que roba el dinero de todos, que el diálogo abierto y sincero es el mejor método para resolver cualquier conflicto por grande que parezca, que es posible repartir la riqueza mejor para que nadie pase necesidades, que la convivencia está por encima de cualquier ideología por legítima que ésta sea... en definitiva, creo que el 20-D daremos un paso importante para que nunca más resuene la voz de Unamuno gritándonos "Me duele España".

No sabemos cuáles serán los resultados electorales del 20-D ni si ganará la izquierda o la derecha, lo que sí sabemos es que lo que salga ya no volverá a ser como antes y en ello, Podemos habrá tenido mucho que ver.

Profesor y abogado