Ya está en la cazuela el ingrediente que faltaba para acabar de sazonar la precampaña electoral. Luis Bárcenas ha salido de su celda de Soto del Real como un toro bravo: desafiante y cargando contra todos aquellos excompañeros de partido que niegan sus acusaciones.

Desde el minuto uno, el extesorero apunta al Partido Popular. Ese "le he hecho caso a Rajoy, y Luis ha sido fuerte", tiene pinta de misil precocinado a fuego lento entre barrotes. Bárcenas sabe mejor que nadie la repercusión que tuvo la filtración del SMS que le mandó el presidente del Gobierno en plena ebullición de sus papeles. Un trago dificil de digerir para Rajoy. Bárcenas ha querido volver a ponerlo sobre la mesa para advertirles de que los 19 meses en prisión no han hecho mella en él.

EL EXTESORERO ha tenido casi dos años para diseñar la que parece ser su nueva estrategia: la de señalar a su partido y a sus exsecretarios generales cada vez que huele un micrófono. Lo ha demostrado en estas últimas horas. Bárcenas contesta a todas las preguntas de los periodistas, a todas. Pero, ¿acaso alguien creía que no saldría de la cárcel con los colmillos bien afilados?

Era de esperar teniendo en cuenta que mientras ha estado en prisión tampoco ha estado callado. Por ejemplo, en el juicio con Cospedal por la demanda que esta le puso por atentar contra su honor, Bárcenas ya se despachó a gusto. Vía plasma, sí, pero se encargó de contarle al juez que fue "su mano" la que le entregó dos sobres "con 7.500 euros cada uno" a la actual secretaria general de los populares, algo que ella siempre ha negado.

LOS EFECTOS colaterales de su excarcelación son todavía difíciles de calcular, pero tiene pinta de que la corrupción, desgraciadamente, volverá a copar portadas y más portadas. Ya lo está haciendo en estas últimas horas. Vayan acostumbrándose al indeseable "y tú más".

Sin ir más lejos, en el cónclave de los populares, ni una referencia en público al problema Bárcenas. En cambio, constantes alusiones, en este caso, a Podemos. Les han recordado el contrato de Íñigo Errejón con la Universidad de Málaga y la polémica de Juan Carlos Monedero. El número tres de Podemos todavía no ha presentado las facturas de los 425.000 euros que declaró en su productora por asesorar a los Gobiernos de Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Ecuador sobre una posible moneda común.

EN LA FORMACIÓN defienden que "todo es legal". Aquí todos se acusan mutuamente, pero los ciudadanos no quieren eso, quieren que se asuman responsabilidades. Sean del partido que sean, y afecten a quien afecten. Ante lo que viene, sea fuerte.

Periodista