La política del Ministerio de Educación en la toma de decisiones ha vuelto a provocar desorientación en los institutos. El pasado mes de mayo se trasladó a las comunidades que podrían ser las familias las que decidieran si los alumnos con dos asignaturas que no fueran Matemáticas y Lengua podían obtener el título o si optaban a recuperarlas en septiembre. La primera elección suponía facilitar la consecución de plaza a los que optaban a FP, más difícil en septiembre. Pues bien, el ministerio, a última hora, se vuelve atrás de su propuesta y otorga esa decisión a la junta de evaluación docente. Sin entrar en la idoneidad de una fórmula u otra, lo que no puede ser son los vaivenes de criterio a final de curso.