Aragón cierra una temporada turística estival desigual. El Pirineo se ha defendido, a pesar de los problemas de comunicación con Francia, con un buen mes de agosto. No obstante, los hosteleros advierten de que es necesario promocionar más los destinos aragoneses, porque las estancias son cada vez más cortas como consecuencia de la crisis. El Gobierno de Aragón no puede relajarse, y a pesar del repunte, mantener campañas para desestacionalizar el turismo en los valles pirenaicos, principal atractivo turístico de la comunidad.