--El Leganés es segundo, en puesto de ascenso directo a Primera. ¿Cómo se lo toman?

--Se te pasan muchas cosas por la cabeza, es lógico. Puede ser solo una racha, pero al final es también el resultado del trabajo. El equipo ha ido a más, ha crecido y ahora se siente fuerte. Esto no quiere decir que nos vayamos a quedar ahí en el segundo puesto hasta el final, pero estamos dando muy buenas sensaciones y se puede aspirar a todo. Esa es la realidad.

--Llevan nueve partidos seguidos sin perder...

--Los números están ahí. Y son hasta mareantes, fiel reflejo de que se hacen las cosas bien. Nos ha venido todo de cara, pero no solo es eso, hay muchos factores más: la ilusión, la unidad del vestuario, donde hay muy buena gente, el creer en lo que haces, porque eso se nota en el equipo y, por supuesto, el trabajo bien hecho.

--Muchos les señalan ahora como candidatos, pero hasta ahora han llegado a la segunda plaza sin casi hacer ruido.

--Pues mejor continuar así, ¿no? Con humildad y prudencia, empezando por nuestro cuerpo técnico, que siempre lo ha hecho, porque esto es muy largo. Queda casi toda la segunda vuelta, todos los equipos se han reforzado y la categoría está igualada. Hay que seguir con tranquilidad, paso a paso.

--¿Qué límite salarial tienen?

--Estamos más o menos en la zona media de la Liga en ese aspecto, en los cuatro y pico millones, cifra que no hemos consumido ni mucho menos. En este enero pudimos gastar más, pero tampoco encontramos fichajes que mejoraran mucho el equipo con el dinero que teníamos.

--¿Qué supondría el ascenso a Primera División para el Leganés?

--Casi no quiero ni hablar de ello. Cuando buscábamos el ascenso a Segunda siempre hablábamos de ese objetivo y esa presión se volvía contra nosotros. Así, el año en que menos referencias hicimos, el que menos expectativa había, es el que acabamos subiendo. Es que, además, con la igualdad que hay, con dos derrotas te vas a la zona media.

--¿Ha hecho alguna promesa en caso de ascenso?

--No la hay. No me gustan las supersticiones, ni las euforias.

--Pero en Leganés habrá ilusión, en la gente, ¿no? Eso usted lo notará por la calle.

--Sí. Te paran y te dicen que vamos a subir, que el año que viene estaremos en Primera y la verdad es que no me gusta que me lo digan. Nosotros tenemos que insistir en la dificultad. Hay que disfrutar de lo conseguido, mantener la línea y al final saldrá lo que tenga que salir.

--La ventaja que tiene el Leganés con respecto al Zaragoza es que para ustedes la presión por subir es mucho menor...

--Eso sí se nota, el examinarte cada partido, el notar esa presión sí influye y puede afectar. Aquí en el Leganés se destaca solo lo bueno, en los medios locales se ve lo positivo. No hay críticas. No es que aquí haya menos presión, es que no hay ninguna, solo la ilusión que transmite la gente.

--¿Qué supone para el Leganés venir a La Romareda? ¿Lo ven al Zaragoza como un rival directo?

--Es un club grande, solo por el nombre, por la historia y por la afición que tiene detrás. Y para mí es candidato para ascender, ahora se ha reforzado bien y está claro que peleará por eso. En esta categoría da igual jugar contra el primero que contra el décimo, cualquiera te puede ganar. Aquí, para bien y para mal, rivales directos somos más de media tabla.

--Hay mucha diferencia en repercusión social e histórica entre ambos clubs, pero también la hay en deuda. La del Zaragoza es de más de 80 millones.

--El Leganés es un club saneado, no tiene deudas, solo pagar lo que se ha comprometido en la temporada. Pero también la deuda del Zaragoza está financiada, comprometida a pagar en varios años. Es grave, claro, pero tampoco tanto, es como el que paga una hipoteca. Más o menos lo tienen controlado.

--¿Cuál es su quiniela de favoritos para el ascenso?

--Es difícil... El Alavés, el Córdoba... El Valladolid tiene buen equipo. Veo también el Oviedo y el Zaragoza. Y para que la gente del Leganés no se enfade meto también a nosotros.

--Al ser pues dos candidatos al ascenso no se perderá el duelo de mañana en el palco...

--Siempre viajo, la verdad, en siete años solo me perdí tres partidos y este será el cuarto. Es por placer, tengo unas vacaciones con mis hijos y no iré.