El comité de empresa del Real Zaragoza presentó ayer, tal y como anunció este diario, la convocatoria de huelga para todos sus trabajadores para el sábado 3 de octubre, día en que el equipo zaragocista se mide al Alavés en La Romareda (20.15 h.), por lo que el partido se podría ver alterado por esta huelga. La solicitud se presentó en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje, que ya dio traslado a la Subdirección Provincial de Trabajo y también el club tiene ya notificación. De momento, las dos partes están citadas en el SAMA el jueves 1 de octubre (16.30 h.) para tratar de llegar a un acuerdo. Si no lo hacen, la huelga sería efectiva dos días después.

La huelga afecta tanto a los cerca de 80 trabajadores fijos discontinuos, los que ahora mismo focalizan más el conflicto y que se encargan de abrir La Romareda los días de partido, como al resto de empleados de la entidad, unos 30, que desempeñan su labor en oficinas, tienda, lavandería, ciudad deportiva...

El motivo principal de la medida, aunque hay varios, es que los trabajadores aseguran que el club no está atendiendo las peticiones de que contrate más fijos discontinuos en los días de partido y que la entidad ocupa esos puestos de trabajo contratando a una empresa de servicios exterior (Euroibérica).

Desde el comité de empresa se cree que ha faltado un interlocutor del Zaragoza en estos meses y que no se están escuchando sus reclamaciones, que también pasan por otras medidas tomadas por el club. Por ejemplo, la decisión de retirar los pases a los trabajadores de la empresa que estuvieron más de 15 años en la entidad y que se han jubilado ya o la de quitar las subvenciones para los abonos a familiares de empleados.