El conservador José Ramón Bauzá fue el primero en admitir los malos resultados en las islas, después de saber que la mayoría absoluta de la que gozaba el PP ha caído en picado y que necesitaría el apoyo de al menos diez diputados de otras formaciones, una tarea complicada en la política de pactos futuros. Y todo ello, en un Parlamento muy fragmentado. A los partidos tradicionales en las islas se sumaron ayer Podemos, tercero en las urnas, y Ciudadanos, como séptima fuerza.