los movimientos que se producen gracias al tranvía. "La gracia es que el consumidor entra, elige lo que más le gusta o lo que le apetece tomar y la cocina es inmediata, con una variedad de oferta especializada", describe José María Ortiz, familia propietaria de Puerta Cinegia. La parte central de la planta, que cambiará su decoración, se reservará para mesas. "También se organizarán jornadas temáticas y actividades como catas. La idea es que sirva de punto de encuentro entre productor y consumidor y atraer gente de lunes a jueves, que son los días valle de la semana", añade Ortiz.

Puerta Cinegia cuenta con un espacio comercial de 7.500 metros cuadrados, divididos en cuatro plantas: sótano, planta baja --donde la hostelería es la principal protagonista, aunque también hay varias tiendas-- y dos alturas. El primer piso se ocupará próximamente con el mencionado gastromercado, mientras que el segundo acoge un centro de empresas y pequeñas oficinas en alquiler. Ortiz reconoce que en esta galería comercial han pasado "años muy malos debido a las obras", pero ahora está "confiado" en el futuro de la mano del nuevo proyecto gastronómico.