Samir nació en Zaragoza hace 41 años. Su madre es española, pero hasta cumplir los 30 vivió en Damasco, en Siria. En el 2004 decidió regresar a su ciudad natal para intentar prosperar a nivel laboral. Un año después, gracias a contar con la nacionalidad española, se trajo a su mujer y a sus niños. Sus tres hermanas también han salido del país, y gracias a la nacionalidad española, no se enfrentan a los problemas que deben sortear el resto de sirios que huyen del conflicto armado.

"Es una vergüenza mundial lo que está pasando en Siria", denuncia indignado Samir. "Y es una vergüenza lo que estamos viendo en Hungría estos días", insiste. "Lo que los refugiados deberían encontrarse al llegar a Europa es a alguien que les dijera, tranquilo, has salido de la guerra, ahora todo va a salir bien", relata.

Pero desafortunadamente las imágenes y las decisiones políticas desmienten un acogimiento tan idílico. "La responsabilidad de lo que está pasando en Siria es del mundo entero", dice. "¿Tienes dinero para montar una guerra pero no lo tienes para ayudar a la gente?", se pregunta dolido.

Samir recuerda que en su ciudad quedan unas 20.000 personas. Antes de la guerra allí vivían más de un millón. "No se puede vivir en Damasco, cambiando de una zona caliente del conflicto a una zona fría porque nunca sabes dónde te van a lanzar una bomba", lamenta Samir.

Su situación es mejor que la del resto de sus compatriotas sirios pero denuncia las escasas ayudas para el asilo por causas de guerra que ofrece España. "Cuando llegan aquí la gente tiene que empezar de menos de cero: has dejado allí a tu familia, tu casa, y la guerra sigue. Además no sabes el idioma y tus títulos sirven de muy poco", denuncia.

Otros países como Alemania, Bélgica o Suecia ofrecen programas completos para los refugiados, con cursos de formación e idiomas y por eso, dice, la mayoría quiere ir allí. "Tengo familiares que han estado dos años recibiendo formación y en programas de integración para poder formar parte de una nueva sociedad --explica-- pero aquí las posibilidades son nulas, tienes los papeles pero ni hay protección ni hay garantías".