La movilización feminista del pasado jueves en Aragón superó muchas de las previsiones. La activista Paloma Lafuente está involucrada en los colectivos que promovieron la histórica jornada reinvidicativa del 8M.

-¿Se esperaban el éxito de las manifestaciones del 8M?

-Sabíamos que iba a ser una manifestación especial y multitudinaria, pero no esperábamos el desborde de personas y al desparrame de energía que se produjo en Zaragoza. Ni de lejos. Se ha recuperado la ilusión y la confianza en que es posible provocar un cambio entre todas.

-¿Cree que en los despachos han tomado nota de las reivindicaciones?

-Creo que sí. Y además esparemos que se pongan las pilas y nos dejen ocupar esos despachos para ocupar las políticas de igualdad que nosotras queremos hacer.

-Algunos partidos políticos criticaron el manifiesto por su posicionamiento político. ¿Cree que es necesario que sea más transversal?

-Ese manifiesto estaba politizado porque el feminismo es un movimiento político. Además, pretende ser prioritario sobre el resto de políticas públicas. Y no se puede olvidar que secundar una huelga feminista también es política. El manifiesto fue consensuado por todas las mujeres que quisieron participar en los espacios que se pusieron en marcha para hacerlo. Y, aunque existen cosas que se pueden mejorar, este ha sido un movimiento autogestionado por las mujeres. Por ese motivo intentaremos trabajar para incluir a más gente.

-Al final, tanto PP como Ciudadanos, críticos al principio, participaron en la manifestación...

-Es sorprendente cuando sus líderes habían cuestionado y criticado la huelga, con diferentes argumentos. Sin embargo es necesario destacar que cada cual tenía su espacio en la manifestación y a nadie se le ocurrió vetar ninguna presencia. Eso desmonta todos los argumentos que se pronunciaron en nuestra contra. Estos líderes vieron lo que pasó a lo largo del día y decidieron que no podían dejar escapar una foto que me parece ridícula y oportunista después de las actitudes que habían demostrado.

-¿La brecha de género es una cuestión generacional?

-Las compañeras de las universidades están haciendo un trabajo brutal. A pesar de que cada vez retrocedemos más en los aspectos educativos. Quizá no en la brecha de género, pero sí en el acoso en las aulas. Se acentúa el sexismo y los techos de cristal. Por eso es bueno que el movimiento estudiantil sea cada vez más potente. Pero lo tienen difícil, aunque en general estamos mejor que nuestras antepasadas.

-¿Existe una hoja de ruta en el movimiento feminista?

-No lo sabemos. Antes de que acabe el mes nos juntaremos a evaluar lo que ha pasado y decidiremos qué cosas se pueden mejorar. Evidentemente lo del jueves fue solo el día uno de esta revolución feminista. Y vamos a seguir porque esto que hemos logrado no viene de la nada. Ahora toca continuar el trabajo. Independientemente de la hoja de ruta que decidiremos entre todas. Hemos demostrado que la presencia activa en las calles es la única forma de hacer temblar los cimientos de esta sociedad capitalista que nos oprime a las mujeres, y que nos trata como objetos y como elementos de producción. Vamos a mantener esta línea.

-UGT y CCOO barajan ahora convocar huelga general el próximo 8M. ¿Cómo ve este cambio de postura?

-Es otra de esas sorpresas que te llevas. Bienvenidos a secundar, aunque sea tarde, la petición que el movimiento feminista les trasladó hace doce meses. Y se les volvió a repetir hace seis meses. Solo tres sindicatos asumieron nuestra reivindicación para tener la cobertura legal que necesitaba el paro de 24 horas. Creo que UGT y CCOO han llegado tarde.

-El Gobierno de Mariano Rajoy parece haber cambiado su posición tras las marchas. ¿Se concretará en algo en los próximos presupuestos?

-Mientras siga gobernando el PP con el apoyo de Ciudadanos no habrá cambios. Ya podrían haber trabajado en un decreto para cumplir el pacto de Estado por 200 millones de euros contra la violencia de género aprobado a finales de septiembre. Hasta ahora no han hecho nada. En los últimos presupuestos generales redujeron considerablemente los fondos destinados a políticas de igualdad. Y aún no se han recuperado los niveles del 2008 en las partidas sobre la violencia machista. No han hecho nada de los que se les ha exigido. Solo recortar lo poco que se había conseguido con anterioridad. El PP siempre nos ha excluido. Quieren a las mujeres en el ámbito privado.

-¿Y qué piensa sobre los presupuestos que ha aprobado el Gobierno de Aragón?

-No son las cuentas que a mí me hubieran gustado. Pero es verdad que se ha hecho un esfuerzo considerable en aumentar los fondos respecto a las cantidades con las que se contaba hace cinco años. Sin embargo, son insuficientes. En materia de feminismo, la ruptura y la revolución también tiene que ser presupuestaria. Es necesario superar los déficits, pero la mujer tiene que tener un espacio prioritario en las agendas. Los presupuestos en igualdad son transversales y eso hace que mejoren el resto de materias.