Los carburantes continúan con su particular escalada de precios y han vuelto a marcar máximos históricos. Unas subidas que se han intensificado en los últimos meses y que han provocado que llenar el depósito del coche en Aragón cueste hoy, de media, trece euros más que hace un año y medio y siete más que en enero del 2011. A lo largo de esta semana, la gran mayoría de las estaciones de servicio de la comunidad situaba el gasóleo A habitual (el combustible que utiliza el 70% de los vehículos en España) en los 1,344 euros, mientras que en agosto del 2010 se vendía a 1,089 euros. Así, repostar 50 litros de este carburante cuesta actualmente 67,20 euros, por los 54,45 que había que pagar hace un año y medio, según los datos del Ministerio de Industria.

En el caso de la gasolina de 95 octanos, cuyo litro se paga estos días a 1,353 euros, la diferencia no fue tan elevada, ya que la subida del diésel ha sido mucho más intensa. De hecho, la gasolina se ha encarecido desde principios del 2011 en la comunidad en torno a un 6% y el gasóleo más de un 11%. Estos incrementos, unidos a los de otros servicios básicos (hipotecas, gas, IBI, IRPF,...), van a hacer que esta cuesta de enero sea una de las más duras de los últimos años teniendo en cuenta la generalizada contracción de los salarios y el aumento del paro.

EL BRENT, A 113 DÓLARES Según apuntan fuentes del sector, una de las causas de la subida de los carburantes reside en el encarecimiento del petróleo. El barril de Brent (el que se usa como referencia en Europa) cotizaba ayer a 113,32 dólares, mientras que hace un año estaba a 92,7 dólares. Las tensiones geopolíticas en torno a Irán están detrás de unos incrementos que podrían continuar en los próximos meses. No en vano, algunos expertos estiman que el barril de Brent alcanzará los 200 dólares y recuerdan que Irán es el quinto país por volumen de petróleo suministrado a la UE tras Rusia, Noruega, Libia y Arabia.

No obstante, la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP) ha explicado en varias ocasiones que el precio de los combustibles no tiene una relación totalmente directa con la cotización del barril de petróleo, aunque influye. La variable esencial en los precios de la gasolina y del gasóleo son las cotizaciones en los mercados mayoristas del Mediterráneo y del noreste de Europa, que están influidos también por la oferta y la demanda de dichos productos petrolíferos, por el coste de producción y por la estacionalidad del consumo.

Desde la Asociación de Gasolineras de Zaragoza y Teruel indican además que el tipo de cambio euro-dólar es otra de las variables que influye en el encarecimiento, y otras fuentes apuntan al efecto de los impuestos (suponen la mitad del precio final) y a la escasa competencia en el sector.

Sea como sea, lo cierto es que los precios de venta al público de los carburantes en España se encuentran por debajo de la media europea: el litro de gasolina en la zona euro alcanzaba en diciembre los 1,519 euros y el del gasóleo los 1,414 euros. Una realidad que, sin embargo, no calma los ánimos de los consumidores, que observan con resignación el fuerte incremento de los últimos meses. Y es que, si llenar el depósito hace un año y medio costaba trece euros menos que ahora, la diferencia respecto a agosto del 2009 aún es mayor. En esas fechas repostar 50 litros de diésel en la mayoría de las gasolineras de Zaragoza costaba 45 euros, es decir, más de 20 euros menos que actualmente.

DIFERENCIAS EN ZARAGOZA El encarecimiento ha sido tan fuerte que muchos ciudadanos están mirando los precios con lupa. Son conscientes de que entre las gasolineras abanderadas por las grandes petroleras las diferencias no son sustanciales, aunque también saben que el que busca, encuentra. Así, el ahorro que se podía lograr la pasada semana en Aragón llenando el depósito en una u otra estación de servicio alcanzaba los 15 euros en el caso del gasóleo y los 12,65 euros en el de la gasolina (ver gráfico).

En Zaragoza capital, las diferencias de precios se estrechan, pero aún siguen siendo considerables: el litro de diésel más barato estaba el martes a 1,243 euros y el más caro a 1,35, por lo que se podía conseguir un ahorro de 5,35 euros.

Por lo general, las estaciones que pertenecen a cadenas de hipermercados acostumbran a ser las que establecen los precios más bajos, ya que pueden compensar con su negocio comercial lo que dejan de ingresar con la venta de carburantes. "A las abanderadas no les queda más remedio que acatar las tarifas que dictan las petroleras", reconocen desde la asociación de gasolineras de Zaragoza y Teruel.

Las cadenas especializadas en la venta de carburantes también ofrecen precios muy competitivos --como es el caso de Bon Área--, así como las cooperativas y los expendedores independientes. Eso sí, estas gasolineras --las que no están abanderadas y las de los híper-- apenas suponen el 13% del mercado.