El debate sobre la gestión directa o externalizada de los servicios públicos formará parte, sin duda, de la próxima campaña electoral. Con posicionamientos políticos muy diferentes, ambiguos, agresivos o indiferentes. Pero siempre sin cifras. Porque el principal mal que padece esta discusión en el caso de Zaragoza es que nunca se ha hecho un estudio, no hay cifras que avalen una y otra posición, y todos los que existen proceden de referentes que son fácilmente cuestionables. No por efectivos sino por las características de la ciudad que ha puesto en marcha el rescate de concesiones. Y es que a la vanguardia de esta decisión, en España, están los municipios más pequeños.

Ciudades como León, con 550.000 habitantes menos que Zaragoza, o Paterna, de solo 50.000 vecinos, ya han arriesgado y sus resultados son claramente espectaculares. La capital aragonesa los ha podido conocer, en las jornadas organizadas por el Observatorio de la Contratación que preside el concejal Raúl Ariza, de IU. El coordinador técnico del mismo, Luis Bentué, explicó a este diario los argumentos que trasladó en su visita el interventor del consistorio leonés, Gabriel Menéndez, o Jorge Silvestre, gerente de la sociedad municipal de Paterna que ha asumido esta transformación en varios servicios. Ambos municipios gobernados, curiosamente, por el Partido Popular, y en cada caso por circunstancias muy diferentes (León acuciado por una delicada situación económica, por ejemplo).

El interventor del ayuntamiento leonés expuso con contundencia que en los servicios de limpieza viaria y de recogida de residuos, por ejemplo, los 21,6 millones de euros que el consistorio abonaba a la empresa que los prestaba se han transformado en 10,63 millones asumiendo esta internalización. Han sido 10,9 millones de ahorro que proceden de los 1,6 que ya no pagan de IVA sobre el coste del personal, los 1,2 que se embolsaba la concesionaria por el beneficio industrial, los 1,9 de gastos generales que ya no tienen y los 6,11 que han reducido de los suministros y servicios que contrataban.

Más ahorro, más control

En la limpieza de edificios se gastaban cada año 7,3 millones y en el presupuesto de este año --y la liquidación del 2014-- ya figura un coste actual de 3,28, una reducción del 55,37% y 4 millones menos que soportar para los sufridos ciudadanos con sus impuestos. En el mantenimiento de las zonas verdes, los 6,87 que se venían gastando en cada ejercicio son ahora 3,41, el 49,62% menos.

Gabriel Menéndez, durante las jornadas explicó que en su día la Administraciones locales no tenían ahorro suficiente para renovar sus bienes o crear otros nuevos, ni capacidad de endeudamiento, carecía de plantilla suficiente en cargos de gestión y poca cultura de la eficicencia por lo que emprendieron esta "huida" hacia la externalización que derivó en un menor control interno de los servicios. Y el retorno a la gestión directa se debe a la "necesidad de reducir los costes", al "respeto al estado de derecho en materia de personal y sometimiento al control interno".

En la misma línea se pronunció el representante de la localidad valenciana de Paterna, que habló abiertamente de "sobrecostes" en los servicios al referirse a gastos como el IVA o el beneficio empresarial. O la reducción del gasto que implica la centralización.