El sindicato de profesores de Religión de Aragón (Apprece) eludió ayer cualquier responsabilidad en los problemas acaecidos en los colegios por la obligatoriedad, por auto judicial, de modificar los horarios para aumentar a 90 minutos el horario lectivo de esta materia. "Si Educación y el Consejo de Gobierno hubieran tenido en cuenta lo que su Consejo Consultivo les indica en su dictamen todo habría sido normal también este curso y es seguro que ni los obispos ni Apprece hubieran tenido que recurrir la orden que solo recorta los horarios de Religión", indican. "Si lo hubiéramos negociado, en ningún momento hubiera existido división y enfrentamientos", asegura Apprece.