El presidente de la Asociación de Directivos y Ejecutivos de Aragón (ADEA), Salvador Arenere, afirmó ayer que es necesario «hacer sacrificios» para «salvar una posición que da un alto porcentaje del PIB de Aragón». Por ese motivo, Arenere llamó a la responsabilidad de todos los agentes ante la situación que vive la planta de Opel en Figueruelas porque el riesgo «es evidente». Arenere se mostró preocupado por el peso que el sector del automóvil tiene en Aragón vistos los recientes movimientos de integración en Europa y la «fuerte competencia que se atisba desde Asia, que «modificará el actual mapa de producción de vehículos».