Se acabaron los tiempos de las subvenciones y las ayudas a la cultura. El Gobierno de Aragón dejará de dirigir este ámbito y abrirá la puerta a la inversión privada a través de la futura Ley de Mecenazgo. Cada artista se tendrá que buscar sus propios patrocinadores para poder subsistir. Aunque estará regulado, así que es previsible que la DGA ponga algo de su parte para poner en contacto a las empresas y particulares con los creadores.

La colaboración público-privada será la llave mágica por la que apuesta la consejera Serrat para revitalizar el sector cultural aragonés. "No puede seguir siendo el hermano pobre de la consejería, pero tampoco estamos en épocas de pujanza económica", explicó. Palabras que esclarecen bien poco, pero que dejan entrever que habrá poca inversión por parte del Gobierno de Aragón, lo que al director general de Cultura, Humberto Vadillo, contrario a las subvenciones, a buen seguro agradará sobremanera. Por eso ayer la titular del departamento solicitó la colaboración del resto de instituciones, diputaciones, comarcas y municipios para actuar de forma conjunta y así evitar duplicidades y gestiones ineficientes. Y como ejemplo de una deficiente dirección puso la del museo Pablo Serrano, que cuesta al mes 57.000 euros. "Es una instalación magnífica, carísima y muerta. Las obras están guardadas en el sotano", lamentó.

Pero antes la consejera quiere reformar la Ley de Bibliotecas para potenciar la actividad museística en red compartiendo recursos expositivos. También se modificará la temida y odiada Ley de Lenguas. Serrat no dijo cómo ni por qué. Pero dejó claro que el objetivo es que la denominación catalán desaparezca de la faz del texto. Así se protegerá la cultura "intangible" de Aragón, aseguró.

En recuperación de patrimonio, ante la falta de dinero, no queda otra que buscar la fómula mágica: la colaboración público-privada. También se solicitarán ayudas y subvenciones a la Unión Europea y al Estado. Además, se creará un catálogo con las actuaciones de urgencia que son precisas en la comunidad autónoma. En este punto, Serrat también aprovechó para criticar al Ayuntamiento de Zaragoza por iniciar las obras del tranvía sin la autorización de Patrimonio. "Se ha intentado paliar el problema sin generar retrasos".