Salir del abandono es el objetivo de los 52 inmuebles municipales en Zaragoza que llevan años en el olvido. Ahora el ayuntamiento quiere rescatarlos del ostracismo y dotarles de actividad, acometer intervenciones de mayor o menor calado y abrir sus puertas total o parcialmente. Y, como es una apuesta política, respaldada varias veces por el pleno, el Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) ha incluido una docena de ellos en los próximos presupuestos del 2018. Edificios o instalaciones que podrán variar, o no, en la fase de enmiendas pero que, a día de hoy, tienen una oportunidad de obtener una segunda vida.

Todos los inmuebles forman parte de una idea que los agrupa en las cuentas, la futura Oficina de Usos Temporales (OUT) que va acompañando a todas las partidas vinculadas a este programa.

El Palacio de Fuenclara, la antigua Imprenta Blasco -cuyo plan de rehabilitación se presentará este mes-, la Portería de La Cartuja, la capilla del Psiquiátrico en el parque de Delicias... Son ejemplos de inmuebles en los que se prevé actuar, en algunos dando continuidad a trabajos ya iniciados este año o en anteriores, en otros para rematar su recuperación y en otros para entrar por primera vez en muchísimo tiempo. Y soñar con una apertura.

Habrá que constatar el grado de cumplimiento de una hoja de ruta que marca como inversión para los próximos tres ejercicios casi 9 millones de euros en una docena de edificios de ese listado de inmuebles olvidados. De ellos, casi 3 para este próximo año, todos bajo el paraguas de la llamada oficina de usos temporales.

A esto se suma otra consignación finalista de 100.000 euros para crear el espacio físico donde esta se ubicará -aún por determinar- y otros 200.000 para un futuro concurso público en el que se prevé adjudicar lo que será el asesoramiento técnico. Este irá a analizar las obras que sean necesarias para todas aquellas iniciativas emprendedoras dirigidas a dotar de vida a estos edificios.

LOS PROYECTOS

Algunos de estos ya están en la rampa de salida. Por ejemplo el que más cuantía va a mover hasta el 2020, los antiguos depósitos de Pignatelli. Con una rehabilitación del espacio diseñado por Ricardo Magdalena en el subsuelo, que se ha estimado por 796.605 euros y que ya está en fase de adjudicación, la previsión municipal va más allá y ha consignado en un plurianual otros 3,5 millones, 2 en el 2019 y 1,5 en el 2020. En este caso para la reconversión de todo el espacio público (zonas verdes, pistas deportivas, equipamientos...) que en gran medida se financiarán con la venta de suelo para levantar 107 pisos pero que, como no cubrirá todo, lo que falte saldrá del presupuesto.

Otro inmueble en el listado es la nave de la Ternera del antiguo matadero, en el centro cívico Salvador Allende, que culminará la reforma integral iniciada hace años. También en concurso público, las obras podrían comenzar antes de que se inicie el 2018, pero ya tiene consignados 667.235 euros para el año que viene.

Algo parecido ocurre con el futuro centro cívico de Rosales del Canal, el que iba a ser las nuevas instalaciones de Remar en Zaragoza y que el ayuntamiento acabó quitándoselo, por 2 millones de euros, ante la enorme controversia vecinal que generaba ese proyecto privado. Ahora es público y sigue inacabado, pero entra dentro de esos usos temporales con dos partidas presupuestarias que van solapadas. Por un lado, para la culminación de las obras iniciadas habrá 500.000 euros en el 2018 y 900.000 en el 2019. Por otro, el espacio Ágora, un salón de actos, tendrá 10.000 euros el año próximo, para ultimar el proyecto, y 300.000 el siguiente para ejecutarlo y estrenarlo.

Otro icono de la arquitectura zaragozana recibirá 200.000 euros el año que viene: el Palacio de Fuenclara. Con todo el tiempo que lleva cerrado, casi desde que lo cedió el Arzobispado en la operación urbanística que permitió adquirir y reconvertir el antiguo Seminario en sede municipal, ahora se plantea realizar trabajos para subsanar sus importantes deficiencias en la estructura y cubierta y acometer obras en el interior que permitan habilitar un espacio de usos múltiples, permanentes o efímeros. El dinero no da para una reforma integral que sería millonaria, pero si se suman entidades privadas que ya han preguntado por este espacio, quizá se agilice más.

Otro lugar destacado en la planificación lo ocupa la Portería de La Cartuja. Su alcalde pedáneo, José María Lasaosa, explicó en declaraciones a este diario lo avanzado que tiene el barrio rural su finalidad. Desde que apareciera una sima, por una filtración de agua en un suelo de yesíferos, que dio al traste con el último proyecto, que pretendía reabrirla como sede de la Alcaldía y de la junta vecinal, los residentes han tenido tiempo para repensar el uso y ahora se encamina a, por un lado, habilitar espacios que puedan ser usados por las asociaciones vecinales y, por otro, construir un centro de interpretación de los monjes cartujos y otro de los espacios naturales.

«Este es un edificio que lo sentimos muy nuestro y pensamos que debía tener una actividad más civil y menos administrativa. Pero lo que más nos importa es que se abra», explicó Lasaosa. Podría ser una realidad ya en el 2018, ya que cuenta con una partida de 131.000 euros para «inyectar resinas expansivas en la sima y acometer el cerramiento de las salas». Para la segunda iniciativa, «se está recopilando documentación que tiene la gente de La Cartuja» para iniciar la tramitación el año próximo, con la partida de 10.000 euros, y ejecutar las obras en el 2019, con otra de 250.000.

EN LOS BARRIOS

Otro proyecto importante en el listado es sacar del olvido la antigua capilla del psiquiátrico, en el parque de Delicias. Cuenta con 150.000 euros para el 2018 y un plurianual con 322.000 más para 2019. Principalmente se pretende reparar la cubierta y acondicionarlo con nuevas instalaciones en el interior.

Cerca de él está el edificio Óvalo, en cuyos sótanos se pretende crear un nuevo centro de tiempo libre, aprovechando el espacio liberado al desdoblar los servicios sociales con otro local que se está construyendo en Parque Roma. En su reutilización se invertirán 365.000 euros. Para optimizar el uso, como los 65.000 euros que servirán para ofrecer a Zaragoza Activa el uso de un almacén público en la calle Doctor Palomar.

Por último está el antiguo cuartel de la Policía de barrio en Oliver, o casa de juventud, que el distrito ha pedido para dotarle de nuevos usos y a los 10.000 euros consignados para el 2018 se sumarán otros 275.000 en el 2019. Cierra el listado los Baños Judíos, en el Coso, con un plurianual a tres años de 400.000 euros, solo 10.000 para el 2018, y una gestión política que sigue encallada desde hace años.