Impotencia, hastío y un juez

El pasado domingo, 14 de abril, este periódico publicaba una entrevista con Alberto Núñez Feijóo en la que el líder del Partido Popular hacía una afirmación que me pareció explosiva, relacionando a la mujer del presidente del gobierno, Begoña Gómez, con el exministro José Luis Ábalos, con su asesor Koldo García, con el empresario y conseguidor Aldama y con las «maletas de Barajas». Refiriéndose a aquel misterioso equipaje, procedente de Venezuela, que se quedó en España sin pasar la aduana y que presuntamente contenía una fortuna en billetes para pagar deudas pendientes o no sé sabe qué conceptos.

A partir de ahí, y de los constantes rumores, hipótesis, presunciones y bulos en torno a la esposa de Sánchez, a la comparecencia de Koldo, al altivo silencio de Ábalos y al extraño retiro del presidente del Gobierno, se ha desencadenado una hoguera de noticias, cuyas chispas han prendido en la leña del cuarto poder, siendo imputada Begoña Gómez por un juzgado de Madrid y cayendo en depresión su marido.

El hecho de que Pedro Sánchez haya hablado con el Rey, de que quienes con él han estado estos tres últimos días no digan una palabra y de que el expresidente Rodríguez Zapatero esté llamando a rebato para que los compañeros se manifiesten en calles y redes apunta a que la situación es muy seria y a que, efectivamente, Sánchez podría plantear su dimisión este próximo lunes.

Además del proceso a su esposa, el presidente tendría otras razones para mostrar cansancio o hastío. La situación política no es nada buena para el PSOE ni para el país. La incapacidad del Gobierno para aprobar sus presupuestos generales ha puesto de manifiesto sus graves dificultades a la hora de accionar mayorías en el Congreso de los Diputados; las relaciones con sus socios no pueden sino empeorar a lo largo de una legislatura donde, de la mano de Bildu y de Junts, los brotes independentistas volverán a crecer en el País Vasco; sin contar con que el partido rival, el PP, gobierna la mayoría de autonomías y municipios, complicando día a día a los socialistas el ejercicio de su gestión...

Impotencia, hastío y un juez: razones para dimitir.

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