Los herederos del deporte aragonés

Todo aquel que haya cogido el tranvía o el transporte público un sábado por la mañana habrá comprobado que cada vez hay más niños que compiten en distintos deportes. Año tras año, la pasión no decrece y las calles se tiñen de muchachos con mochilas deportivas y pantalones cortos. Da igual que haga frío o calor. El talento aragonés se renueva como si de un ciclo natural se tratase y conforme avanza el tiempo aparecen nuevas escuelas, clubs e incluso disciplinas que pueden llamar la atención de los más pequeños. 

Es innegable que, en Aragón, con permiso del baloncesto, el fútbol es el deporte rey. Cada partido es una fiesta o una decepción en la que los jugadores son tratados como héroes o villanos. Por suerte, en la comunidad, siempre hemos brillado por el talento de grandes jugadores, como Jesús Vallejo, jugador del Real Madrid o Alberto Zapater, actual capitán del Real Zaragoza. El futuro apunta a que nada va a cambiar y que el talento seguirá aflorando. Futbolistas de la talla de Raúl Parra, lateral del Cádiz, Pau Sans, ya incorporado en la primera plantilla del Real Zaragoza o Marc Aguado, hijo del mítico Xavi Aguado y futbolista en el Andorra, son las nuevas caras visibles y los responsables de cargar dentro de poco, sino lo hacen ya, con el peso de sus respectivos equipos y con la bandera aragonesa.

Igualmente, si hablamos de futuro. El fútbol femenino ha llegado para quedarse. Cada vez son más los clubs que apuestan por crear un conjunto con aspiraciones al primer nivel. El Barça femenino fundado en 1988 fue el predecesor para que décadas más tarde el Real Zaragoza formara en noviembre de 2021 la Escuela de Fútbol Femenino del Real Zaragoza en la que actualmente cuenta con el equipo benjamín-alevín. Y que es esta gran cantidad de licencias al alza en el fútbol femenino (1.855 totales en 2023) solo está dejando ver el camino de algo muy grande. Mucho tiene que ver que cada vez más clubs de fútbol base en Aragón como el Gancho (un referente en este aspecto), la propia SD Huesca o el Olivar, entre otros, fomenten la práctica de esta disciplina. Esto hace pensar a uno que, si jugadoras del talento de Cardona o Mapi han llegado al primer nivel sin apenas referentes femeninas, ¿cuál será el gran futuro de estás chicas?

Por otro lado, Zaragoza es una ciudad que ama al baloncesto. El pabellón Príncipe Felipe es una olla a presión cuando juega el Casademont ya sea masculino o femenino. Si uno acude al pabellón o mira los partidos por televisión se dará cuenta de que cada vez hay más niños que acuden con una pancarta en la que reflejan su ilusión, van con su camiseta rojilla y con su balón de baloncesto, pendientes con mil ojos de ver si pasa uno de sus grandes ídolos para conseguir una firma que enmarcaran en su cuarto, junto al resto de sus tesoros. La gran temporada del Casademont femenino ha ayudado parcialmente a la unión entre baloncesto y Zaragoza, que siempre ha sido notable y la reciente Copa de la Reina ganada en Zaragoza por las rojillas ante 10.800 espectadores, puso el punto y seguido a una ciudad que celebró y disfruto del título en una fiesta coral.

Otro hecho es que la cantera promete. El equipo U-18 del Casademont avanza a pasos agigantados y lo volvieron a demostrar una vez más coronándose subcampeones del Adidas Next Generation de Zadar. Las cosas se están haciendo bien desde la base. Es la única manera de explicar cómo hasta 16 jugadores de los equipos inferiores del Casademont Zaragoza viajaron con la selección española en julio de 2022 con efectivos de la talla de Rubén Valero, que logró la plata en el Europeo sub-16 el pasado verano en Skopje (Macedonia).

La Copa de la Reina lograda sirvió para abrir los ojos al futuro aragonés.

De todas formas, no son las únicas disciplinas en las que el futuro aragonés va viento en popa. Si pensamos en tenis, nos vienen a la mente grandes imágenes de Rafa Nadal levantando uno de sus Roland Garros. En España se nos da bien el tenis y en Aragón también. De hecho, el I Open Ibercaja Ciudad de Zaragoza nos trajo a la capital aragonesa a 526 tenistas de las que la mayoría están entre las cien mejores del mundo, como Anastasia Pavliuchenkova campeona en dobles de los Juegos Olímpicos de Tokio 2021, que participaron en el torneo zaragozano que repartió hasta 80.000 dólares en premios, siendo el trofeo femenino más importante a nivel mundial durante esa semana. Tras su éxito, solamente nos queda preguntarnos ¿dónde está el límite? Y es que al igual que en el resto de las disciplinas, invertir en torneos de primer nivel puede significar un escaparate para nuevos talentos de la comunidad. Dentro de poco, jugadoras de la talla de Irene Murillo ganarán en la máxima exigencia y recogerán el testigo.

Similar caso en el atletismo aragonés, en el que se prevé la creación del Centro Aragonés de Tecnificación Deportiva de Atletismo (CATDA), que nacerá con el objetivo de ayudar en la tecnificación deportiva de alto rendimiento, aunque también podrá acceder la población general. Y es que en Aragón contamos con promesas y realidades en el atletismo del más alto nivel. La primera que se le viene a uno a la cabeza es la oscense Elena Guiu, que con solo 18 años se convirtió en la primera española en correr una final mundial de los 100 metros lisos. Además, otros atletas llegan a toda marcha. En el Nacional sub-20 de pista cubierta, Gabriela Sanz, en salto de altura, y Raúl Martín, en triple salto, se colgaron un oro que también conquistó Rubén Egea en 1.500 metros. Todos ellos, menos Martín del Intec-Zoiti, pertenecen al club zaragozano Alcampo-Scorpio 71, que está creando una promesa tras otra por más de 50 años. 

El broche de oro lo pone el Club Hielo Jaca tanto en su categoría masculina como femenina. A comienzos de abril, el masculino logró su 14ª Liga tras vencer al Barça por 3-2 ante más de 1.700 aficionados en el último partido de la serie, convirtiéndose en el equipo más laureado del hockey nacional masculino. Por si fuera poco, también lograron la Copa del Rey tras vencer de nuevo al club catalán en la final. El conjunto femenino tampoco se queda atrás y se alzó en marzo con su primer titulo liguero que refrenda el talento que hay sobre hielo en Aragón y el público potencial que tiene la comunidad. El femenino refrendó el gran momento del hockey aragonés y también se alzó en marzo con su primer título de Liga en una temporada inigualable de ambas escuadras jacetanas que allanan el camino para continuar convirtiendo al hockey en un deporte con mayor peso y que nos expone como una potencia nacional de la disciplina.

Teruel no se queda atrás. Y es que el Pamesa Teruel forma parte del orgullo turolense tras 15 temporadas en la Superliga. Lo mejor es que el equipo de Maxi Torcello ostenta un total de 22 títulos nacionales en sus 15 temporadas en primera división. La repercusión es tal, que en los últimos siete años, el número de escolares federados aragoneses se quintuplicó y las licencias en juegos escolares del 2022-2023 ascendió a 2.500 jugadores, 500 más que el ejercicio anterior. El voleibol ha calado hondo en Aragón, es un deporte que cada vez va ganando más adeptos y una gran marea de competidores y profesionales están por llegar.

El Club Hielo Jaca masculino ganó la Liga frente a 1.700 espectadores.

Con todo esto, el deporte aragonés está demostrando estar tan bien cubierto en el presente como en el futuro. Deportistas de la comunidad están participando en competiciones de alto nivel en la actualidad, una circunstancia que de cara a a los próximos años puede traducirse en la aparición de más jóvenes que hereden la voluntad de fuego que poseen sus mayores.