La polémica sobre el Plan Hidrológico Nacional y el trasvase del Ebro parece que empieza a hacer mella en los diferentes partidos políticos de la región, respecto a sus expectativas electorales, según un sondeo realizado por C&J Consultores para EL PERIODICO DE ARAGON. En síntesis, el PP, el más votado en la actualidad, pasaría de 28 diputados a 22; el PSOE, que cuenta con 23 escaños, pasaría a 28; el PAR, en estos momentos, con diez parlamentarios podría quedarse en ocho; la Chunta, con cinco diputados, podría situarse también en ocho; e Izquierda Unida, que ahora sólo cuenta con un representante, lucharía por intentar conserva el escaño. SITUACION A UN AÑO VISTA Hay que hacer constar que este sondeo es una muestra a un año vista de las nuevas elecciones autonómicas y que podría sufrir sensibles alteraciones, debido a que el número de personas que dice ahora mismo que se abstendrá o que no contesta llega al 40%, una cifra realmente elevada. A medida que se acerquen los comicios y ese 40% se vaya decantando por cualquiera de las opciones electorales podría modificar los resultados de la presente encuesta, en cualquier sentido, aunque los expertos consideran que cada partido mantendría la tendencia actual, que ya apuntaban otros sondeos realizados anteriormente. Estos giros en los resultados electorales son atribuidos, según los expertos en sondeos, a la profunda polémica originada en Aragón por el Plan Hidrológico Nacional, puesto que en el resto de asuntos no se han producido unas convulsiones que puedan llevar a unos cambios tan significativos en el panorama electoral. Pese a estos cambios, lo cierto es que, como viene siendo habitual en Aragón, ningún partido consigue la mayoría absoluta, situada en 34 escaños, y será necesario recurrir a alianzas para poder formar gobierno. De acuerdo con estos datos, el partido que más sufriría electoralmente por la polémica del trasvase sería el PP, único partido en Aragón que defiende en solitario los planes hidrológicos del Gobierno de José María Aznar. El propio presidente señalaba hace unos días que era consciente del coste que podía representar su firme postura sobre el trasvase, pero que el partido lo asumía. Así, el PP, que en 1999 obtuvo un 38,2%, y 28 escaños, de acuerdo con el sondeo, obtendría, si ahora mismo se celebraran las elecciones autonómicas, un 32,23%, lo que arrojaría 22 diputados. Según el sondeo, el PP perdería cerca de seis puntos, aunque hay que seguir puntualizando que el índice de electores que no se pronuncian es muy alto: un 40%. El PSOE sería uno de los principales beneficiados de la actual polémica del trasvase. Los socialistas, que ahora mismo gobiernan en coalición con el PAR, lograron en las elecciones pasadas 23 escaños con un porcentaje de voto del 30,7%, y el sondeo le otorga 28 parlamentarios --es el partido que más gana-- con un porcentaje del 37,59, es decir, algo más de siete puntos. UN CASO SIGNIFICATIVO El caso del PAR resulta más llamativo. Teniendo en cuenta que es un partido que ha hecho siempre del antitrasvase su bandera y una de las pocas formaciones que ha mantenido intacta su postura, no se beneficia para nada de esta convulsión, sino que incluso retrocede, no mucho, pero algo. Así, en 1999 consiguió un 13,2% y diez escaños. El sondeo actual le concede un 13% y una distribución de ocho escaños, dos menos de los que cuenta actualmente. La Chunta Aragonesista es otro de los partidos que más se beneficia de las circunstancias actuales y sube casi el doble de su representación actual. Si en los comicios de 1999 ya pegó un importante salto y se situó en un 11% y cinco escaños, el sondeo le da un porcentaje del 12,95% y ocho diputados. La Chunta mantiene un tono más severo en el debate sobre el agua al rechazar no sólo el Plan Hidrológico Nacional y el trasvase del Ebro, sino también el Pacto del Agua que fue suscrito por las Cortes regionales de 1992, de la que formaban parte PP, PSOE, PAR e Izquierda Unida. Y finalmente, Izquierda Unida, de manera muy ajustada, lograría mantener el escaño autonómico que ya obtuvo en las elecciones de 1999. En esa ocasión, IU se situó en un 3,8% y ahora lograría un porcentaje muy similar. En cuanto a la abstención ya decidida, alrededor de un 10% de los encuestados tiene claro que no va a acudir a votar el año próximo.