Un juzgado de Zaragoza investiga la muerte de un anciano de 93 años, Angel A. M., que falleció el pasado miércoles en el Hospital Clínico, donde había sido ingresado el pasado 25 de enero tras sufrir una agresión de su mujer, Patricia Soledad, de 86 años. Los hechos ocurrieron en la residencia en la que ambos residían, en las afueras de Zaragoza. Fue el propio hijo del matrimonio quien denunció el suceso que precedió a la muerte del anciano, a cuyo funeral, celebrado el viernes en La Muela, asistió la presunta agresora.

Al parecer, el 24 de enero, la mujer emprendió a puñetazos con su marido en el baño de la habitación que compartían en la residencia, rompiéndole cuatro costillas. Según publicó Heraldo de Aragón , los gritos de auxilio proferidos por la víctima alertaron al personal de la residencia. Tras conseguir que la anciana depusiera su actitud, atendieron al herido y lo metieron en la cama. A la mañana siguiente, el personal del geriátrico comprendió que las lesiones podrían revestir más gravedad por lo que lo trasladaron al Clínico.

El anciano falleció allí tras once días de ingreso. Los médicos certificaron que se muerte se debía a "causas naturales". Sin embargo, al tener conocimiento de las lesiones que presentaba el enfermo, el juzgado ordenó el traslado de su cadáver al Instituto de Medicina Legal de Aragón, para su posterior autopsia.

Los hechos han producido una fuerte convulsión en la residencia en la que la pareja vivía. Nadie podía imaginar tan amargo final a esta historia, aunque sí afirman que la anciana, de "carácter agresivo", tenía una "obsesión" con su marido, que era objeto de sus insultos y desprecios. La mujer no soportaba que su marido "roncara, se orinara y no la dejara descansar".