La MAZ, lista para implantar manos de cadáveres en pacientes vivos

La Mutua de Accidentes de Zaragoza (MAZ) está ya preparada técnicamente para afrontar el primer implante de mano de cadáver a una persona en España y cuenta incluso con varios pacientes dispuestos a someterse a esta técnica. Así lo aseguró ayer el cirujano Pedro Marquina, durante el XVIII Curso de Microcirugía y Cirugía de la Mano de la Mutua, que dirige anualmente, y por el que han pasado cientos de especialistas de todo el mundo.

Así, el hospital zaragozano y el doctor Marquina podrían lograr un nuevo hito en la microcirugía, tras lograr el primer reimplante de mano en 1981 a nivel nacional. Desde entonces, la MAZ ha vuelto a aplicar este sistema 300 veces. "Me gustaría que de nuevo Aragón fuera pionera", aseguró Marquina.

En este momento existen media docena de hospitales españoles preparados y, de hecho, la Sociedad Española de Microcirugía, que a su vez preside Marquina, está muy interesada en desarrollar este procedimiento, por lo que ya trabaja en protocolos de actuación.

En cualquier caso, el trasplante de miembros de cadáver en pacientes vivos es una técnica más sencilla que el propio reimplante, según apuntó el experto, aunque todavía deben superarse obstáculos éticos y deontológicos. "En España no hay ninguna duda ética sobre el trasplante de órganos vitales, pero sí en el de miembros de cadáver", explicó el doctor Marquina. "Hoy por hoy no es legal ni ilegal porque no hay legislación, se podría hacer, pero se está trabajando para lograr un consenso social", continuó el experto.

En cuanto a las complejidad de la técnica, el especialista insistió en que se trata de un método más sencillo que el del reimplante. Por el momento, en todo el mundo existen 16 casos de manos que funcionan mediante el implante de miembros de cadáver, la mayor parte en EEUU, Japón y China. Recientemente, en Austria se han implantado con éxito dos manos, tras al estrepitoso fracaso del primer implante de cadáver que tuvo lugar en Francia, hace unos cinco años, y que posteriormente tuvo que se retirado por problemas derivados de la incorrecta elección del paciente.

"Este tipo de implante requiere llevar una vida muy sana, con unos hábitos saludables, sin fumar, ni tomar bebidas alcohólicas y con una medicación inmunosupresora de por vida, algo que no respetó el paciente elegido. Cuando tuvo poblemas con la mano, el equipo médico francés se negó a retirárselo, algo que tuvo que hacer un grupo médico inglés".