La crisis del equipo de Gobierno del PP en Calatayud se cobró ayer la primera víctima política. El concejal de Personal, Industria y Ferias, Alfonso Tejero, la pieza principal de la reestructuración interna que iba a materializarse el pasado lunes pero que fue congelada a causa de su filtración, renunció ayer a su cargo. Se trata del mismo edil que el pasado 31 de agosto desvelaba a este diario que el alcalde bilbilitano, Fernando Martín, le había comunicado que iba a dejar el departamento de Industria para asumir "Hacienda y Polígonos Industriales", con la intención de reforzar esta área.

Una decisión del alcalde que a su vez provocaba otros movimientos de ficha en otros departamentos, como Turismo. Sin embargo, ese mismo día 31, minutos después de la conversación telefónica con Tejero, Martín reconoció que estaba estudiando una reestructuración, pero desmintió con rotundidad los cambios señalados por su compañero de partido. De hecho, no se produjeron.

DIEZ DIAS En la nota de prensa hecha pública ayer, ambos políticos comunican que la renuncia del edil a su cargo se ha producido "en base a razones estrictamente personales de orden profesional y personal". Sin embargo, hace justo 10 días Alfonso Tejero se mostraba "satisfecho" por su pase a Hacienda --departamento que ya dirigió la pasada legislatura--, lo que tachó entonces "de ascenso y aumento de responsabilidad".

El alcalde negó ayer que existiera relación alguna entre la reestructuración interna prevista --ni tampoco sobre la filtración a la prensa de estos cambios-- con la renuncia materializada ayer. "Niego categóricamente que exista conexión entre ambos hechos", aseguró el primer edil. Por su parte, Alfonso Tejero se mostró un poco más escéptico y simplemente comentó que no creía que "una cosa hubiera llevado a la otra".

Sin embargo, fuentes municipales señalaron a este diario que el fundamento de esta renuncia es puramente político. De hecho, el propio Tejero reconoció ayer que aunque hay un ambiente cordial dentro del equipo de Gobierno, últimamente se habían deteriorado sus relaciones con algunos compañeros, como la concejal de Turismo, María Amor Muñoz, a la que acusó de haberle puesto "la zancadilla".

La pérdida de confianza entre Martín y Tejero se puede deducir de la reprimenda que el alcalde bilbilitano dio al edil tras explicar a este diario los cambios que estaban previstos: "A veces, aunque sea con buena voluntad, un concejal habla de lo que tiene que hablar y dice lo que no le corresponde decir", dijo Martín a Efe el día 1 de septiembre.

Aunque ayer la mayoría de los concejales cerraban filas en torno a la solidez del actual equipo Gobierno, fuentes muy próximas señalaron que se encuentra dividido internamente. Precisamente ayer por la tarde se reunió el grupo municipal del PP para estudiar la situación.