El embajador de Francia en España, Bruno Delaye, recalcó hoy la apuesta decidida de su país por la Travesía Central del Pirineo (TCP), pero rehusó apoyar la reapertura del Canfranc, fundamentalmente por un problema "de dinero", y la conversión en vías de alta capacidad de las carreteras que llegan hasta la frontera.

Delaye viajó hoy a Zaragoza, junto a un grupo de empresarios, para conocer las obras de la Exposición Internacional de 2008 y las instalaciones de la Plataforma Logística, pero antes se reunió con el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, y con el presidente aragonés, Marcelino Iglesias, quien le acompañó en su comparecencia ante los medios de comunicación.

Ante ellos recalcó la importancia de un eje ferroviario por el Pirineo Central, para cuyos estudios los gobiernos de Francia y España pidieron de forma común el pasado mes de julio financiación a la Unión Europea, que tomará una decisión al respecto el próximo mes de noviembre.

Estos estudios, explicó Delaye, desembocarían en 2012 en una consulta pública para conseguir el apoyo de los ciudadanos del lado francés de los Pirineos.

Esperó que en la próxima cumbre hispano-francesa ambos gobiernos puedan tener una sesión de trabajo para "tomar en cuenta" la propuesta de eje central.

El embajador apuntó que Francia apuesta por un cambio en el modelo de transporte de Europa, para que las mercancías se transporten por ferrocarril y no por carretera, para lo que se necesita una red de ferrocarril "más eficiente", y es ahí donde la Travesía Central tiene "toda su relevancia" y demuestra que es una obra "estratégica".