POR JOAQUÍN CARBONELL

Existen desde hace trece años acercando Aragón a Madrid, sin ánimo patriotero. En colaboración con la ONCE realizan multitud de actividades artísticas.

--Alguien me contó que los aragoneses de Madrid no ejercen con el entusiasmo que tienen los de Barcelona.

--Y es verdad. En Madrid no necesitas agarrarte a tus raíces para reivindicarte, porque aquí se te recibe de maravilla y no hay una lengua que te distancie. No te preguntan de dónde vienes. El que llega de sitios duros, aquí se le abren los ojos.

--Incluso en Madrid residen aragoneses muy poderosos. ¿Ejercen de lobby?

--En muy altas esferas hay aragoneses con mucho poder, es cierto, pero no creo que lo sientan. Son muy cariñosos cuando los tratas, eso sí, pero van a su bola. Sin embargo los gallegos, por ejemplo, se apoyan mucho entre ellos. El aragonés va de individualista.

--A ello hay que añadir que con el AVE no hay distancia.

--Claro, el AVE elimina el concepto de nostalgia. En realidad somos como un pueblo lejano de Zaragoza, porque estamos a hora y media. Si hay algo que nos interesa en Zaragoza cogemos el tren y nos plantamos allí.

--¿Ese sentimiento un poco distante es el que ejercen en la asociación?

--Más o menos. Nosotros no fundamos la asociación como un trozo de Aragón para aragoneses, sino para hacer cultura de todo tipo. Estamos abiertos a todo el mundo, pero tratando de mostrar lo de bueno que hay en nuestra tierra. Digamos que no le pedimos el carnet de identidad a los creadores, sino solo calidad.

--¿Por qué le puso el nombre de Conde de Aranda a la asociación?

--Porque el castillo de Siétamo, donde nació el conde, es de mi familia. Yo usaba una silla del conde para dejar los pantalones. Y encima, mis vecinos eran Ramiro el Monje y Alfonso el Batallador. Con estos mitos que tienes en la cabeza tienes que ser ciudadano del mundo por fuerza.

--Creo que usted tuvo relación también con la Morisma de Aínsa.

--Sí, sí, la tuve. Estuve allí y le di la vuelta a la Morisma, adaptándola a los tiempos actuales, modificando los guiones, haciendo un espectáculo de algo que tenía muchas posibilidades. Trajimos incluso a gente como Pepe Hierro, José Agustín Goytisolo, Carandel, José Luis Balbín...

--Impresionante.

--La asociación se asienta sobre tres patas: Julio Alejandro, del que soy sobrino, José María LLanas Aguilaniedo, el hombre que trajo el modernismo a España, y Pepín Bello, que era íntimo de mi padre. De todos esas personalidades hemos extraído la esencia: somos ciudadanos del mundo sin perder las raíces.