El comité de empresa de TUZSA espera que la empresa "mueva ficha" una vez concluida la semana de huelga que comenzó el pasado lunes y termina hoy domingo. La movilización completa la tanda de paros realizada en los fines de semana previos a las fiestas de Navidad, y, según los representantes de los trabajadores, se ha seguido de forma mayoritaria por parte de los conductores. Ayer sábado se repitieron las filas en las paradas de las zonas comerciales y de ocio en el horario de tarde de la huelga.

Pese a los problemas de movilidad que está causando la huelga a miles de usuarios del bus, los representantes sindicales de TUZSA consideran que en las últimas semanas han ganado apoyo político y social. "IU y CHA se están implicando presentando mociones al pleno municipal para que se medie en la situación y se pidan responsabilidades a TUZSA, y la Federación de Barrios pide que se rescate la concesión. Ya se va viendo que la empresa se niega a moverse", aseguró Javier Anadón, presidente del comité de empresa.

Anadón confió en que no sea necesario recurrir al laudo anunciado por el Ayuntamiento de Zaragoza para evitar que las huelgas continúen. "Es pronto para pensar que el ayuntamiento va a tirar la toalla y va pedir el laudo. Estamos en disposición de negociar", insistió Anadón.

El próximo día 15 está prevista una nueva reunión negociadora entre la empresa y los trabajadores, en la que podría registrarse algún avance. Si el conflicto persiste, el calendario de protestas aprobado por los trabajadores prevé una manifestación para el próximo día 24 de enero. Saldrá de la Gran Vía, a la altura de las oficinas de la concesionaria del transporte; seguirá por el paseo Independencia y por la calle Alfonso hasta la sede del ayuntamiento, donde se leerá un manifiesto.

En cuanto a los paros, ayer se llevaron a cabo con el 50% de los servicios mínimos establecidos por el consistorio, en el horario habitual de toda la semana: de 5.00 a 8.00 de la mañana y de 20.00 a 23.00 por la noche. Los ciudadanos que salieron de compras al centro y a otras zonas comerciales sufrieron la escasez de autobuses y formaron de nuevo largas filas en las paradas.