Cuenta Joan Molás que la primera impresión que se lleva un turista de una ciudad son los transportes públicos y la seguridad. Y aunque no quiere caer en la tentación de destacar los fallos, sugiere tímidamente que Zaragoza vaya a más porque, en su opinión, es la quinta ciudad de España pero turísticamente no ocupa este lugar. Un fallo que él valora mucho es lo que le pasó ayer por la mañana al llegar en el AVE desde Madrid. "Había una fila enorme de gente para coger un taxi en la estación y hemos estado esperando coches media hora. A punto han estado de enviarme uno desde el Meliá porque no venía ninguno", relató. En su opinión, la Expo debe ser un motor para la ciudad, "el inicio de un futuro distinto en todo".