Aunque faltan todavía seis meses para que el PSOE afronte la sucesión de Iglesias como candidato a la DGA, crece la presión en determinados sectores del partido para que se replantee la situación y vuelva a presentarse. Esta idea, mantenida por militantes de peso en la ejecutiva provincial de Zaragoza y parte de la de Teruel se puede convertir en una solicitud formal. Además, tanto Zapatero como Blanco le han pedido en las últimas semanas que siga. En Aragón ya ha habido alguna declaración en este sentido en el pasado, desde el propio secretario general del partido en Zaragoza, Javier Lambán, al alcalde de la capital aragonesa, Juan Alberto Belloch. Aunque ambos saben que la decisión de Iglesias es irrevocable.

La petición de algunos dirigentes zaragozanos coincide con el deseo de Ferraz. Fue Rodríguez Zapatero quien se lo solicitó a mediados de diciembre, en la Conferencia de Presidentes. La respuesta de Iglesias fue tajante, aseguran en su entorno. La presión ha continuado en al menos dos ocasiones después, en enero. Esta vez fue el secretario de organización, José Blanco. Ahora, ya han desistido definitivamente.

INCONVENIENTES DE ALMUNIA Los socialistas que quieren que Iglesias continúe comparten un mismo planteamiento: la situación económica no es buena y el liderazgo del actual presidente es indiscutible. El de Eva Almunia, muy conocida en Huesca pero menos en el resto de Aragón, está por ver. Y ellos tienen dudas de que fuera una candidata tan consolidada como Iglesias. Asimismo, consideran que Iglesias tendría ese compromiso con la dirección nacional, ya que si no siguiera tampoco podría luego solicitar otro puesto al partido.

"Quién más interés tiene en que Almunia sea candidata es el PP, el entorno de Iglesias y determinados círculos mediáticos", aseguran miembros de la ejecutiva provincial. Aunque apoyaría una propuesta formal, ve improbable que prosperara. "Sería poco inteligente, porque la respuesta de Iglesias es clara, y tampoco interesa en un partido muy cohesionado abrir una polémica de este tipo".

Pero gran parte de los socialistas de Zaragoza ponen muchos reparos a la sucesión. Otros son tajantes: "Son rumores de cuarta fila, gente con ganas de enredar y ese asunto está zanjado". Aún así, fuentes cercanas al secretario general de Zaragoza son partidarios de que haya más presión para que Iglesias se replantee su decisión. "Es el mejor candidato que tenemos", precisan.

Por su parte, el círculo de Iglesias ya habla sin tapujos de que Eva Almunia será la candidata. E inciden en que si alguien plantea la continuidad del actual secretario general es porque en Zaragoza no hay un candidato alternativo. La otra parte, por contra, juegan con la baza de que Almunia está en estos momentos fuera de Aragón, ha perdido peso específico e incluso que ha dejado de contar con apoyos en Madrid. Para el entorno de Iglesias, estas voces corresponden más a un deseo que a una realidad, aunque nadie quiere plantear este debate desde la confrontación.

El PSOE deberá afrontar después del verano este debate, al igual que la búsqueda del candidato para las alcaldías de las tres capitales. En este sentido, solo Belloch tiene el apoyo total de todas las partes.