Ya lo decía Elisa Muñoz, la encargada de encarnar a Isabel en la representación de las leyenda de los Amantes de Teruel, solo un día antes del comienzo de la celebración: lo preocupante no son los nervios, es el tiempo. Ayer, la lluvia estuvo a punto de acabar con la apertura de la XIV edición de esta emblemática cita. No lo consiguió. El entusiasmo de los partipantes, sumado a la fidelidad del público, permitió sacar adelante el anuncio de la muerte de Diego de Marcilla en la plaza de la Catedral, la primera de las escenas que recrearán la historia durante todo este fin de semana.

La función, eso sí, se desarrolló sin micrófonos. La humedad impidió conectar el sonido --aunque no la iluminación--, de modo que los actores tuvieron que enfrentarse con sus voces desnudas a los dos centenares de personas que, bajo sus paraguas, contemplaban el escenario. La estrella de la noche fue Isabel, no solo por su papel protagonista sino por la canción que culminó la escena, una de las novedades anunciadas --que no desveladas-- por los organizadores.

"Estamos muy contentos", aseguró Raquel Esteban, gerente de la Fundación Bodas de Isabel, tras la representación. "había menos gente que otras veces, claro, pero para un día de lluvia ha sido todo un éxito", valoró. Esteban ve cumplido así un sueño personal, según confesó, el de ver la escena sin microfonía. "Siempre había querido hacerlo. Es más cercano y se escucha de dónde viene cada voz, pero es imposible --explicó--. Esta vez ha sido obligado y se ha oído todo enterito, pero más recogido".

Otra de las sorpresas fue la presencia de dos galgos irlandeses sobre el escenario, "dos perrazos impresionantes que se han portado muy bien". No será la última. Queda por delante todo un fin de semana de actividades para conmemorar la célebre leyenda de la muerte por amor de Isabel de Segura y Diego de Marcilla.

Hoy tendrá lugar, entre otros actos, la comitiva nupcial, la boda en la plaza de la Catedral y el pregón de Abraham Haim en la plaza de la Marquesa. La fundación ha decidido que esta apertura corra a cargo cada año de un representante de cada una de las tres religiones que convivieron en Teruel en la época: musulmana, cristiana y judía. En esta ocasión le ha tocado el turno a esta última, por lo que será este historiador, miembro del Consejo de la Comunidad Sefardí de Jerusalén, el encargado de dar la bienvenida a las miles de personas que este fin de semana abarrotarán una ciudad que, por unos días, volverá a la Edad Media.

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